- Los datos de recaudación de agosto en Gipuzkoa reflejaron una caída del 10,6% con respecto al año anterior, con unos ingresos en las arcas forales de 2.752 millones. Esta reducción de 325,9 millones se encuentra muy lejos de las perspectivas que maneja la Diputación de Gipuzkoa, que sitúa en un 20% el bajón de la recaudación en el conjunto del año, pero el comportamiento en los primeros ocho meses no debe llevar a engaño, puesto que la Hacienda del territorio mantiene sus estimaciones.

La portavoz de la entidad foral, Eider Mendoza, explicó el motivo por el que el descenso de ingresos no ha sido tan elevado como en Bizkaia y Álava puesto que el porcentaje de pérdida se encuentra prácticamente en la mitad. Mendoza explicó que no hay ningún brote verde en ese dato, ya que lo que ocurrió el mes pasado es que se contabilizaron operaciones de IRPF e Impuesto de Sociedades que se habían aplazado para dotar de mayor liquidez a las familias y las empresas. Ese colchón extra desaparecerá los próximos meses y por ello el balance del curso se acercará a los niveles de los otros dos territorios históricos.

Hasta agosto, el único impuesto con relevancia que ha mantenido sus números en verde ha sido el IRPF al haber subido un 2,8%. No obstante, la portavoz foral advirtió de que se espera que la actividad económica descienda y, por lo tanto, también suba el paro y no hay que olvidar que este tipo impositivo grava en una gran parte sobre los rendimientos por trabajo, por lo que puede que en los próximos meses se sitúe en negativo.

Por su parte, tanto el Impuesto sobre Sociedades, que se centra en buena medida en los beneficios empresariales, como la recaudación por IVA, la figura que actúa sobre el consumo, han disminuido un significativo 28,9% en el primer caso y un 15,9% en el segundo.

El panorama en el conjunto de Euskadi no es mejor, motivo por el que también se mantiene la previsión de una caída de la recaudación vasca del 20% para final del ejercicio.

Las administraciones vascas ingresarán este año 3.000 millones de euros menos y el Gobierno Vasco asumirá la mayor parte del agujero, unos 2.100 millones. Los presupuestos de ayuntamientos, diputaciones y Ejecutivo autonómico sufrirán este año el impacto de ese desajuste, que también condicionará el diseño de los de 2021.

Los efectos económicos de la pandemia son cada vez más evidentes y, aunque las administraciones vascas cuentan con remanentes, los márgenes de endeudamiento se han ampliado y se espera la llegada de la ayuda del fondo de reconstrucción de la UE, lo cierto es que la situación es muy complicada y los diferentes gobiernos se verán obligados a priorizar su gasto.

En concreto, las tres haciendas forales de la CAV recaudaron entre enero y agosto casi 8.070 millones de euros menos que el año pasado. El descenso es del 16,6%, unos 1.611 millones menos, cuando la previsión para el conjunto del año era crecer en torno a un 2%.

Y lo peor es que, aunque en agosto mejoró el balance, las diputaciones mantienen sus estimaciones, que apuntan a un desplome del 20% en diciembre, lo que provocará un desequilibrio del 22%.

8.068

La recaudación fiscal de las tres haciendas vascas cayó un 16,6% hasta agosto al ingresar 8.068,4 millones de euros, 1.610,8 millones menos que en el mismo periodo del año anterior debido al aplazamiento del pago de impuestos y a la disminución de la actividad económica motivada por la pandemia.

Por territorios. El mayor descenso de la recaudación se registra en Álava, donde la caída ha sido del 19,6% al lograrse 1.201 millones; Bizkaia, ha ingresado 4.115,4 millones, es decir 991,1 millones y un 19,4% menos. En Gipuzkoa la bajada es mucho menor, del 10,6 % tras haberse recaudado 2.752 millones.

Frenazo. Euskadi recaudó 2.250,8 millones en concepto de IRPF, lo que representa 99 millones menos que hace un año y un descenso del 4,42%. El Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios empresariales, ha supuesto hasta agosto unos ingresos en Euskadi de 799 millones de euros, con una caída de 221 millones (-21,6%). Y en el caso del IVA, el termómetro del consumo, las haciendas forales han recaudado 2.435 millones, lo que significa un retroceso del 16,3%, 475 millones menos.