- La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, advirtió ayer de que otro confinamiento, como el vivido en los meses de marzo y abril, sería "letal e inmanejable" y la economía vasca "no solo sufriría", sino que "prácticamente desaparecería". En vísperas de que Euskadi regrese hoy lunes al escenario de emergencia sanitaria, y a la espera de conocer qué nuevas medidas se toman para intentar parar el aumento de contagios de coronavirus, la consejera Tapia dejó clara su postura contraria a aplicar un confinamiento total de nuevo por las repercusiones que tendría sobre la actividad económica.

En una entrevista concedida a Europa Press, Tapia aseguró ayer que sería "letal, sin paliativos", para Euskadi un nuevo confinamiento como el que se aplicó a mediados de marzo que, además, conllevó "la paralización absoluta de la economía". "Los datos están sobre la mesa y esa medida fue letal", indicó ayer la titular del departamento de Desarrollo Económico. "Volver a una situación de esas características en el segundo semestre sería impensable y, desde luego, inmanejable. No podemos situarnos en ese escenario", apuntó en línea con lo expresado ya por otros representantes del Gobierno Vasco, que aunque descarta el confinamiento total sí contempla poder aislar determinados barrios o municipios de manera puntual si la situación lo requiere.

Tapia apostó ayer por trabajar para "convivir con el virus y mantener la economía abierta". "Aunque no pueda ser al 100%, sí a los máximos niveles posibles". Y todo ello garantizando, con protocolos estrictos y detección temprana, que los centros de trabajo sean un lugar seguro, algo que ya "ha sido posible", afirmó.

Tapia aprecia una recuperación de la economía, pero cree que 2020 "va a ser un mal año" y la previsión de que la economía vasca puede retroceder dos dígitos "no va a estar muy lejos de la realidad". "Ojalá la caída fuera de un dígito", dijo.

De cara a 2021, apuntó que previsiblemente existirá, "no una vacuna, sino más" y, aunque probablemente "no sean la panacea", permitirán mejorar la situación y, por tanto, prevé que el próximo ejercicio "sea un año de crecimiento, no solo para la economía vasca, sino para la economía mundial en conjunto".

Sin embargo, piensa que no se recuperará todo lo perdido en 2020. "Requeriremos de 2022, como mínimo, para recuperar los niveles de actividad y de empleo perdidos".

Entre los sectores más golpeados, Tapia destacó, sobre todo, la movilidad, que "va a tardar en recuperarse" y también inicialmente el COVID-19 golpeó con dureza a la automoción, pero se está activando, según indicó la responsable del área de industria de Lakua.

Los grandes retos europeos de transición energética, ecológica y de digitalización suponen oportunidades a aprovechar para que estos sectores "puedan recuperarse y realizar otro tipo de actividades, diversificar". Tapia apuntó que el riesgo que existe es que las empresas que afrontaban ya las grandes transiciones "se vean frenadas por su poca capacidad de inversión dada la situación", de manera que el reto es que "su capacidad financiera no se vea limitada".

En ese sentido, la consejera denunció que no se haya vuelto a reunir la Mesa de Automoción impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez tras su primera reunión. "Se comprometieron a volver a convocarla en julio, pero nunca más se supo", lamentó.

El Gobierno Vasco hizo una propuesta "constructiva" para empezar a trabajar en determinados ámbitos, pero no se ha constituido ningún grupo de trabajo. "Estamos a la espera, no sabemos nada más. Si no los constituye, en Euskadi vamos a seguir trabajando con el sector porque la automoción, no es que tenga futuro, es que va a ser muy relevante", dijo Tapia.

En materia de empleo, la consejera confía en que la economía vasca pueda recuperar los puestos perdidos y considera que se puede aprovechar este momento para formar a trabajadores en nuevos perfiles. Tras los ajustes anunciados en importante empresas vascas como ITP, Aernnova o Tubacex, teme que todavía se pueda producir algún ajuste más en otras empresas.

"Esperemos que los ajustes no se traduzcan única y exclusivamente en reducción de empleo porque, si no, lo que estamos haciendo es aplicar la estrategia de un país de bajo coste. Es decir, que nuestro problema son las personas y sus salarios, y no es cierto", añadió, y pidió aplicar "medidas estructurales y de flexibilidad" con apoyo en la mesa de diálogo social. "Y si hay que hacer un esfuerzo, que después se pueda recuperar", planteó.

Además, aclaró que, cuando trasladó la idea de optar por reducir salarios para evitar medidas como despidos, no lo planteó "de forma general". "No pretendía utilizar la fórmula de reducción de salarios como medida general. No es esa la vía. Otra cosa es que, en una determinada empresa en problemas, ante una situación de despidos, se puedan valorar otro tipo de actuaciones", dijo.

"Debemos trabajar para convivir con el virus y, a la vez, mantener la economía abierta, aunque no sea al 100%"

"Requeriremos, como mínimo, de 2022 para recuperar los niveles de actividad y de empleo perdidos"

Consejera de Desarrollo Económico