- El pasado jueves el Parlamento Europeo aprobó la reforma de la normativa que regula el transporte de mercancías por carretera de la UE y con ello estableció una histórica barrera a la práctica de actividades fraudulentas en el sector largamente denunciadas, como el “dumping social” que realizan algunas empresas al ofrecer sus servicios a precios más bajos a costa de los trabajadores.

El paquete de movilidad integra dos reglamentos y una directiva que contempla medidas para mejorar las condiciones de trabajo de los conductores y establece un marco legal que todas las empresas del sector del transporte de mercancías por carretera han de observar.

Este punto es relevante, dado que supone homogeneizar el muy diverso conjunto de normas que estaban vigentes en cada país comunitario, de modo que la Unión Europea aporta una mayor armonización y transparencia.

Desde el punto de vista laboral, los profesionales verán mejoradas sus condiciones a partir de la aplicación de la normativa que regula su situación y, entre ellas, destaca la obligatoriedad de que regresen a sus hogares cada tres o cuatro semanas y que perciban una “retribución adecuada” en función del nivel salarial de cada país.

El Parlamento Europeo además prohibe que los conductores pasen su tiempo de descanso en la cabina del camión, práctica muy habitual en la actualidad cuando muchos duermen en este habitáculo.

La normativa europea exige a los responsables de las compañías que organicen sus horarios de tal manera que los trabajadores vuelvan a sus casas a dormir o, en el caso de desplazamientos más largos en los que este extremo no es posible, que les garanticen un alojamiento.

Desde una óptica más empresarial, la normativa europea se muestra tajante al impedir unas prácticas ilegales que han sido denunciadas de manera continua por aquellas empresas del sector que observan las reglas y sufren la competencia desleal de otras que bajan precios a costa de aplicar condiciones abusivas.

Sobre el cabotaje, o transporte de mercancías dentro de un país concreto por parte de una empresa extranjera con carácter temporal, la Unión Europea determina con claridad qué medidas se han de adoptar.

Una de ellas es el establecimiento de un periodo de cuatro días de interrupción entre dos operaciones de estas características en un mismo país y con un mismo vehículo.

También obliga a que los tacógrafos registren el cruce de un país a otro para evitar fraudes, así como que los camiones regresen a su centro operativo cada ocho semanas. La reforma legal exige del mismo modo a las compañías que documenten que desarrollan su actividad principal en el Estado miembro en el que están registradas.

Todas estas medidas han sido muy bien acogidas por Guitrans, la Asociación Empresarial Guipuzcoana de Transporte de Mercancías por Carretera. Su presidente, Mario Palacios, recuerda que “es un acuerdo largamente perseguido por un sector necesitado de herramientas para establecer unas condiciones de competencia claras y equilibradas”.

En su opinión, la reforma contribuirá a consolidar un transporte “con capacidad de generar riqueza allá donde trabaja, y con capacidad de invertir para poder acometer los grandes retos que tiene hoy por delante, como son la revolución tecnológica o la transición ecológica”.

Palacios menciona de manera especial su influencia para acabar con el “dumping social”, que la asociación que preside lleva denunciando muchos años. Cree que este es “el problema más grave del sector” porque, a su juicio, genera una situación de precariedad en las empresas guipuzcoanas al “no poder competir con costes salariales y fiscales muy inferiores” a los que se aplican en este territorio.

Por este motivo, considera positivo el conjunto de medidas, en especial la exigencia de que las compañías tengan una actividad comprobada en el Estado miembro en el que su ubican y la mejora en las condiciones de trabajo de los conductores, con una mención especial a que los trabajadores desplazados “perciban un salario mínimo acorde al que se aplica en el lugar donde realizan el transporte”.

Obstáculos. La aprobación de esta reforma de la normativa ha exigido tres largos años durante los que se han sucedido negociaciones dificultosas. Los principales obstáculos se han localizado en las diferencias entre compañías grandes y conductores autónomos, empresas de países periféricos frente a otras situadas en el norte de Europa, y las diversas condiciones de mercado, en especial las de aquellos estados que se han incorporado más recientemente a la Unión Europea, antiguos países del Este.

Proceso. La tramitación comienza en 2017, cuando se presenta un texto para reformar la normativa sobre el transporte de mercancías por carretera. En diciembre de 2019 logra el acuerdo del Consejo Europeo, y los textos se aprueban en abril de 2020. El 9 de julio de 2020 el pleno del Parlamento Europeo ratificó la aprobación.

“Es un acuerdo perseguido por el sector para establecer una competencia equilibrada”

“Contribuirá a que tengamos más capacidad de invertir en innovación y ecología”

Presidente de Guitrans