- Uno de los pocos elementos positivos de la menor actividad económica por efecto del coronavirus es, además de la reducción de la contaminación y de la interacción del hombre en la naturaleza, el recorte en la siniestralidad laboral en el País Vasco. A menos trabajadores en las obras y en la fábricas, menos riesgo de que se pueda sufrir un accidente.

Así, en concreto, el descenso de actividad motivado por el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus ha provocado hasta abril en Euskadi un descenso del 14,6% de los accidentes laborales, respecto al mismo periodo del pasado año.

De los 10.850 siniestros laborales contabilizados, un total de once fueron, desgraciadamente, mortales, los mismos que el ejercicio precedente, según datos de Osalan.

Estas cifras, según Europa Press, incluyen tanto los siniestros acontecidos en el transcurso de la propia jornada de trabajo, como los registrados in itinere, además de las recaídas. Los accidentes en las horas de trabajo ascendieron a 9.169 (-14%) y los contabilizados en las idas y vueltas del domicilio a los centros de trabajo sumaron 1.175 (-14,2%).

Del total de accidentes laborales registrados en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa durante la jornada de trabajo, 9.100 fueron leves (-14,2%), 60 graves (+20%) y nueve mortales (uno menos que en 2019). Los siniestros in itinere de carácter leve fueron 1.166 (-13,7%), se contabilizaron siete accidentes graves (17 en 2019) pero hubo dos víctimas mortales, una más que un año antes.

El sector con más siniestralidad en jornada de trabajo fue Servicios (4.904 accidentes), seguido de la Industria (3.131 siniestros), Construcción (984 accidentados) y Agricultura, Ganadería y Pesca (150 bajas).

Por otra parte, la CAV contabilizó en el primer cuatrimestre 508 enfermedades profesionales nuevas que causaron baja laboral, lo que representa un descenso del 8% con respecto a las contabilizadas en el mismo periodo de 2019.