donostia - Los acontecimientos en las obras de construcción del polideportivo de Altza se han precipitado después de que, el pasado domingo, NOTICIAS DE GIPUZKOA desvelara la situación de precariedad e irregularidad en la que se estaban ejecutando: bases de cotización entre un 33% y un 40% más bajas de los salarios que exige el convenio de la Construcción de Gipuzkoa; y sueldos sin pagar a varios trabajadores, algunos foráneos, otros llegados desde Galicia, León y Madrid. Todo ello atribuible a una subcontrata de la UTE formada por Acciona y Altuna y Uria que, además, había contraído cuantiosas deudas en el propio barrio, Altza, de más de 4.700 euros con el bar donde comen y cenan a diario los trabajadores; con el hostal donde se hospedaban, en el barrio de Loiola: otros 4.000 euros sin pagar, aproximadamente, antes de que les tuvieran que echar; y con el arrendatario de un piso en la zona de Santa Bárbara, para alojar también a trabajadores.

La información puso al descubierto una situación que, según ha podido saber este diario, desencadenó la inmediata reacción de la Administración, en este caso, el Ayuntamiento de Donostia como contratante de la obra. Alcaldía ha tomado cartas en el asunto y el conjunto de irregularidades denunciadas se han ido solventando, llegando al punto de que la UTE ha expulsado a la citada subcontrata de la obra.

Las firmas adjudicatarias han podido comprobar numerosas falsedades en la documentación relativa a los trabajadores de la subcontrata, que primero operó bajo el nombre de Colaper Personal y, tras una primera disolución, se cree que resurgió como el nombre de Fermin Group Ibérica. Ya el jueves, los trabajadores fueron obligados a abandonar los trabajos que estaban realizando en la construcción del polideportivo y, una vez comprobado que la documentación no cumplía con los requisitos legales, se ha procedido a resolver el contrato y a parar la obra. Además de la intervención de Inspección Laboral, la Fiscalía de Gipuzkoa ha abierto diligencias.

Uno de los aspectos más llamativos de lo que venía ocurriendo con esta compañía eran las deudas que había acumulados en bares y hoteles de la zona en concepto de dietas y alojamiento de los trabajadores. La suma total de lo adeudado en un bar de Altza, un hotel de Loiola y el dueño de una vivienda rondaba los 10.000 euros. Según ha confirmado este diario, todos estos pufos han sido satisfechos.

reunión con vecinOS En este momento, el objetivo del sindicato ELA, que es el que ha puesto al descubierto lo que ocurría en esta obra, es que los trabajadores que se han visto atrapados en esta situación sean subrogados por la UTE y que su vinculación laboral con las adjudicatarias se ajuste a lo que establece el convenio de la construcción de Gipuzkoa.

Ademas, el Ayuntamiento de Donostia ha convocado el próximo jueves (19.00 horas) a los vecinos del barrio a una reunión informativa en la casa de cultura Tomasene para informar del estado de las obras de la instalación deportiva. - N.G.