BARCELONA - La GSMA, la asociación organizadora del Mobile World Congress de Barcelona, que constituye el mayor certamen de telefonía del mundo, ha decidido finalmente suspender la edición que estaba previsto que se celebrase del 24 al 27 de febrero de este año. Las razones aportadas hacen referencia a la alarma creciente por la epidemia del coronavirus chino y a la baja de muchas compañías que han renunciado a acudir ante el temor al contagio dado que numerosos visitantes han pasado por tierras chinas, ya que allí se encuentran las principales fábricas del sector en el mundo.

La buena voluntad de algunos participantes, como es el caso del consejero delegado de Euskaltel, José Miguel García, que todavía ayer señalaba que estaban dispuestos a acudir, y el miedo a las importantes pérdidas económicas de un evento que mueve hasta 500 millones de euros han retrasado la difícil decisión de anular esta cita.

Aunque inicialmente los organizadores habían programado una reunión decisiva del consejo (board) formado por 25 representantes de compañías operadoras de telecomunicaciones para el próximo viernes, finalmente la presión ante la sucesión de empresas que han ido anulando su presencia obligaron a la GSMA a reaccionar y a adelantar la reunión a la tarde de ayer.

Lo que empezó como un goteo de bajas se había transformado en una desbandada a la que se acabaron sumando gigantes europeos como Nokia, Deutsche Telekom o Vodafone.

Aunque el poder político insistía en mantener la celebración y en asegurar que las medidas de control de posibles enfermedades funcionaban, y por una vez Gobierno español, catalán y Ayuntamiento de Barcelona coincidían, la presión de las compañías temerosas del riesgo reputacional en juego en el caso de que el certamen se celebrase y se diese algún contagio de la enfermedad ha decidido suspender la presente edición.

La suspensión del Mobile World Congress en medio de una coyuntura política en Catalunya compleja, y cuando algunas voces abogaban por buscar otra sede, no ayuda a la imagen de Barcelona, ni a las finanzas del sector servicios dado el gran peso del congreso en las actividades de ocio, de restauración y de hostelería, entre otras.

La decisión del grupo sueco Ericsson, uno de los líderes de la industria mundial en redes, junto a firmas como Cisco y Huawei, y que había contratado un stand de más de 6.000 metros cuadrados, que decidió darse de baja con el argumento de anteponer la seguridad de sus empleados y clientes por encima del negocio marcó el camino. - E.P.