donostia - El grupo de transporte francés SNCF ha apostado por CAF para que sea el suministrador de 28 unidades de tren destinadas a líneas de media y larga distancia cuyo presupuesto asciende a 700 millones de euros. De adjudicarse este contrato, la firma de Beasain invertiría 30 millones en ampliar y adecuar su planta francesa y crearía alrededor de 250 puestos de empleo.
Según anunció ayer SNCF y comunicó CAF, el encargo data de hace año y medio, cuando el Estado francés instó al operador de transporte a que convocara una licitación para adquirir unidades que se destinarán a las líneas París-Clermont Ferrand y a la París-Limoges-Toulouse, de media y larga distancia.
En concreto, las necesidades iniciales son de 28 unidades de tren Intercités por un presupuesto de 700 millones de euros, aunque el contrato contempla la posibilidad de ampliar este encargo a un máximo de 75 unidades de las que 15 se incorporarían a la línea que une Burdeos con Marsella.
Una vez convocada la licitación y recibidas las ofertas, tanto el comité de seguimiento conformado por SNCF y por la Dirección General de Infraestructuras, Transporte y la Mar del Estado, primero, como el comité de compromisos de SNCF Mobilités, después, han concluido que la mejor oferta es la presentada por CAF.
Así se lo han trasladado al Consejo de Administración de SNCF Mobilités, que tomará la última decisión el próximo 24 de octubre, aunque el carácter preferente del fabricante guipuzcoano le sitúa como el adjudicatario del proyecto. Según los organismos evaluadores, el planteamiento de CAF “es el mejor de acuerdo con los criterios de prestaciones técnicas, innovación y coste”.
De ser así, CAF incorpora en su propuesta que los 28 trenes Intercités se fabricarán tanto en la planta de Beasain como en la factoría que adquirió en 2008 situada en la localidad francesa de Bagnères-de-Bigorre, en los Altos Pirineos.
inversión CAF plantea para la planta gala una intervención que la transformará en “un verdadero campus industrial”, con una inversión superior a los 30 millones de euros, tal y como destaca SNCF como uno de los factores que pesan en la oferta.
En concreto, en Bagnerès-de-Bigorre se remodelaría la fábrica creada en 1862 para convertirla en un centro moderno y totalmente equipado, al que se uniría un centro de formación. Esta intervención integral afectaría a 20.000 metros cuadrados, de los que se destinaría una superficie de 11.000 metros cuadrados a la instalación de nuevos talleres.
La nueva actividad significaría ampliar de manera sustancial la plantilla actual, compuesta por un centenar de personas. Según los cálculos de la firma de Beasain, sería necesario contratar a unos 250 profesionales más para responder al encargo en calidad y plazos.
Junto con estos empleos directos, CAF también generaría “varios cientos” de indirectos tanto en sus propias instalaciones como en empresas que le proveerán de los suministros necesarios para construir las 28 unidades.
250
puestos de trabajo es el número que CAF calcula crear en su planta de Francia para dar respuesta a las exigencias de este proyecto si resulta adjudicataria. Esta cifra se incrementará con los nuevos empleos generados en las empresas proveedoras.
2023
Las 28 nuevas unidades de tren entrarían en funcionamiento a partir de 2023, según las estimaciones de SNCF, en varias líneas de media y larga distancia.