Mondragon blinda los recursos propios con límites sobre distribución de resultados

donostia - El Grupo Mondragon celebró ayer su congreso anual en el que aprobó elevar las exigencias que deberá cumplir una cooperativa para distribuir entre sus socios los intereses de las aportaciones y para repartir el retorno cooperativo, término que equivale a los dividendos de las empresas de capital.

Las nuevas normas responden al esfuerzo que la corporación cooperativa realiza en los últimos años para reforzar los recursos propios de las empresas que la integran, con el objetivo de que casos como el de Fagor Electrodomésticos no se vuelvan a repetir, además de ubicarlas en una buena posición para afrontar los retos del futuro.

La fórmula elegida para garantizar la sostenibilidad de las cooperativas del Grupo Mondragon se basa en que todas ellas trabajen por construir estructuras financieras y patrimoniales equilibradas y sólidas. En esa línea se han adoptado diversas medidas anteriormente, como un mayor control de las cooperativas respecto al apoyo financiero que presten a la que se encuentre en dificultades.

El siguiente paso se dio ayer en el congreso anual que celebró en el Kursaal de Donostia, adelantado en esta ocasión para poder debatir y votar una ponencia referida a una distribución de los resultados que refuerce los recursos propios de las empresas.

Un total de 650 compromisarios que representan al conjunto de las cooperativas que integran Mondragon estaban convocados a un encuentro en el que se aprobaron las modificadas reglas que plantean nuevas exigencias a la hora de repartir los intereses de las aportaciones al capital y la concesión de dividendos.

La corporación con sede en Arrasate informó del contenido principal de la ponencia que responde a “la búsqueda de nuevas fórmulas que permitan incrementar el patrimonio de las cooperativas y afrontar los procesos inversores que requieran los negocios para ser competitivos y sostenibles”.

El texto se centra en encontrar normas que refuercen los recursos propios y, a modo de resumen, propone que cada cooperativa analice el equilibrio financiero de sus cuentas, su capacidad de ser rentable y su situación contable para amortizar la deuda antes de establecer el retorno cooperativo (dividendo) que va a distribuir ese año y la cuantía de intereses a reembolsar entre los socios.

Más en detalle, establece unas ratios de referencia con las que, si se cumplen, el negocio podrá mantener los criterios actuales de distribución de resultados. En el caso contrario, éstos se modificarán. De este modo, la ponencia aprobada exige a la cooperativa que su tasa de rentabilidad empresarial sea superior al 9%, entendido este concepto como la rentabilidad con respecto a los recursos aportados para la financiación del negocio.

La deuda financiera y Ebitda, término que compara la deuda del negocio con su potencial de generar caja (Ebitda) y refleja la solidez de una empresa ha de situarse por debajo del 2,5. Por último, la ponencia se refiere a la ratio de independencia que estudia la estructura y el origen de los fondos de la cooperativa y que, cuanto mayor sea, reflejará una fortaleza patrimonial más elevada. Por este motivo, considera que debe estar por encima de 1.

incumplimiento En el caso de que estos requisitos no se cumplan, el Grupo Mondragon limitará la distribución de intereses de las aportaciones de los socios al capital y de los retornos cooperativos.

En el caso de los intereses, se reduce del 50% al 25% el porcentaje del resultado bruto de la cooperativa que no podrá superar el interés devengado entregado entre los socios con aportaciones al capital. En el caso de los retornos cooperativos o dividendos, se mantiene como referencias para calcularlos la estabilidad patrimonial y la cobertura de inmovilizado.

La diferencia para las cooperativas que no cumplan los requisitos exigidos reside en que su porcentaje máximo de retornos será del 50% del excedente neto, mientras que en las cooperativas “cumplidoras” asciende al 75%.

De este modo se afianza el proceso de “adaptación permanente de las cooperativas el contexto de transformación mundial que incide de forma determinante sobre los negocios de la Corporación”, destacó ayer el presidente de Mondragon, Iñigo Ucín, durante su intervención en el congreso.

Ucín citó como aspectos clave de esta evolución la aportación de las personas, la intercooperación entre las cooperativas y la innovación. El presidente de Grupo Mondragon animó a los presentes a cuidar estas cuestiones aún en un ejercicio positivo como es 2018, en el que “las ventas acumuladas están superando las del año pasado”.

Objetivo. La finalidad de este documento es reforzar los recursos propios. Forma parte del esfuerzo que desarrolla en los últimos años la corporación cooperativa para garantizar la sostenibilidad de sus negocios.

Foco. Así como en ocasiones anteriores se han abordado cuestiones como las condiciones que se deben cumplir para ayudar a una cooperativa en apuros económicos, ahora se analizan las condiciones para la distribución de recursos.

Ratios. La ponencia se refiere a las ratios que han de cumplir los negocios del Grupo Mondragon para seguir los criterios establecidos hasta ahora para repartir los devengos de los intereses de las aportaciones de los socios al capital y para la entrega del retorno cooperativo o dividendos. En el caso de no llegar a los mínimos, se establecen limitaciones.

8.000

puestos de trabajo ha creado el Grupo Mondragon en los últimos cinco años, según dio a conocer ayer su presidente, Iñigo Ucín, quien especificó que una buena parte de ellos se han generado en el área industrial.

650

compromisarios que representan al conjunto de cooperativas integradas en la corporación fueron convocados ayer en el Kursaal de Donostia, en una cita anticipada donde aprobaron la ponencia presentada.