“Si salgo adelante es gracias a mi familia”
La zarauztarra Pilar Aranburu, de 79 años, tiene unos ingresos mensuales inferiores a 700 euros
entre la Renta de Garantías de Ingresos (RGI) y un complemento de ayuda, la zarauztarra Pilar Aranburu no llega a los 700 euros mensuales. “Si salgo adelante es gracias a la generosidad de la familia. No podría vivir sola. No podría pagarme un piso de alquiler ni comprarme unas gafas”, admite con resignación esta mujer de 79 años que vive en casa de su hija.
Por “dignidad y justicia” es de las que se manifiestan estos días en la calle, expresando su desacuerdo con la subida del 0,25% y reclamando una pensión mínima de 1.080 euros. “No se puede esperar más. Esto es una agresión. Que te suban un euro y medio al mes para poder tomarte un cafecito no es de recibo. Eso no soluciona los problemas a nadie. El Gobierno español se está portando muy mal. Creo que les encantaría gasearnos a todos, acabar con los viejos y ya está, zanjado así el problema, como ha llegado a expresar algún político. Quieren quitarnos de en medio, pero no vamos a dejarles”, proclama vehemente esta mujer integrante de la asociación Duintasuna, que acudirá a su cita habitual el lunes en la avenida donostiarra para manifestarse.
El 26% de la población del territorio la componen pensionistas, la mitad de los cuales tienen unos ingresos inferiores a los mil euros. “Somos parte de una clase social empobrecida por culpa del sistema capitalista que fomenta bajos salarios, precariedad laboral, pensiones raquíticas y una vejez sin dignidad”, critica.
Mari Carmen Elvira, de 62 años, es vecina del paseo de Morlans, en Donostia. Sufrió una trombosis en el trabajo, le tuvieron que amputar una pierna y desde entonces se desplaza en silla de ruedas. “Durante cinco años me han estado dando una ayuda de 260 euros al mes y con eso he tenido que tirar para adelante”, lamenta esta mujer que convive con su marido, que sí goza de una buena pensión.
La zarauztarra observa que “la gente lo está pasando mal. No hay más que fijarse en estos días de frío, en los que hay muchísima gente que no puede utilizar ni la calefacción. Otros se lo piensan dos veces incluso para encender la luz. Además hay que comer, y a todo no se llega con estos sueldos y pensiones de miseria, especialmente las viudas. Es imposible sufragar todos los gastos, y por eso resulta inevitable recurrir a la generosidad de la familia, como ha sido mi caso”, confiesa esta mujer que conoce a muchas personas de su edad “pasándolo mal”, y a otras tantas solidarias que les echan una mano de manera altruista.
Todas ellas se reúnen estos días a través de colectivos como la Plataforma de Asociaciones de Mayores de Gipuzkoa.
Esta agrupación, con cerca de 40.000 afiliados, está integrada por Agijupens (Asociación guipuzcoana de Jubilados y Pensionistas), Nagusilan (Voluntariado Social de Mayores), Duintasuna (Gipuzkoako Jubilatuak eta Pentsiodunak Elkartea), Fevaas (Federación Vasca de Asociaciones de Prejubilados y Pensionistas), Gepe (Gipuzkoako Erretiratu edo Pentsionisten Elkartea), Helduak Adi y Helduen Hitza.
“Queremos una pensiones dignas, y para que haya unas pensiones dignas son necesarios unos sueldos dignos. El problema es que actualmente -según observa- los sueldos que estamos conociendo son lamentables y no permiten el ahorro”, denuncia Miguel Gortari, portavoz en el territorio de la Confederación Estatal de Prejubilados y Pensionistas. - J.Napal
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