donostia - Un juzgado donostiarra ha condenado a las empresas Artiku-tza e Irovisa a indemnizar con 154.000 euros a la familia de un trabajador fallecido en 2015 a consecuencia de la inhalación de amianto procedente de las zapatas de freno de los vehículos que reparaba en su trabajo.
La resolución condena a estas compañías a abonar la citada cantidad a la viuda e hijos de Jesús María J.R., muerto a consecuencia de un adenocarcinoma pulmonar, derivado de la exposición laboral al amianto, “con ausencia total de medidas preventivas” durante su trabajo como mecánico de coches.
herencia Por otro lado, un juez de Barcelona ha concedido a un viudo una indemnización de 281.207 euros al considerar que tiene derecho a heredar ésta por la leucemia que causó la muerte a su pareja, que enfermó por la exposición accidental a plaguicidas aplicados de forma indebida en su trabajo.
En la sentencia, el titular del juzgado de lo social número 31 de Barcelona da la razón al demandante, que ya había cobrado junto a sus hijas 125.000 euros en indemnizaciones por la muerte de la mujer, al considerar que ésta es compatible con la de daños y perjuicios que la trabajadora podría haber solicitado antes de morir.
El juez recurre a la jurisprudencia para remarcar que es compatible solicitar una indemnización por la muerte de un familiar y otra por una enfermedad profesional, que inicialmente correspondería al fallecido, pero de la que cree que también tiene derecho el viudo.
En este caso, la víctima trabajaba en el servicio de limpieza en las instalaciones de la ONCE de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y falleció debido a una leucemia provocada por la exposición accidental a los plaguicidas usados indebidamente en una operación para desinfectar su centro de trabajo. - Efe