donostia - El Centro de Innovación Social Sinnergiak impulsado por la UPV/EHU ha organizado una jornada que, en colaboración de la Diputación de Gipuzkoa, persigue conocer experiencias internacionales de interés para promover el desarrollo de un territorio. Clare Alexander intervino ayer para explicar la apuesta del Gobierno de Escocia por fomentar la participación de los trabajadores en la empresa.
¿Cómo fomenta Escocia una presencia activa del empleado en la compañía?
-Por un lado, trabajamos con las empresas para convencerlas de los beneficios de poner a las personas en el centro a través de jornadas, clases magistrales, talleres... Intentamos crear la cultura del trabajo justo basado en cinco pilares que son la voz de los empleados, la oportunidad, la satisfacción, el respeto y la seguridad. También tienen ayudas financieras encaminadas a la reducción de costes, la retención del talento, la disminución del absentismo laboral y el empoderamiento de las personas. Respecto al empleado, fomentamos su autonomía y los equipos autogestionados porque esto se traduce en una mejora de la productividad.
¿Qué respuesta ha obtenido entre el empresariado escocés?
-Están entusiasmados porque planteamos oportunidades para mejorar su actividad. Llevamos tiempo trabajando con la clase empresarial en temas como el liderazgo y la gestión para crear una cultura del empleo justo, y ahora abordamos la participación del empleado porque hemos visto disposición por parte de los empresarios.
¿Qué beneficios obtienen las compañías que apuestan por este método?
-Con este último aspecto llevamos 18 meses, un periodo de tiempo que es corto para sacar conclusiones. Pero sí hemos visto que, una vez asentados los principios de liderazgo y gestión, incorporar el de la participación da una visión más holística y las empresas incrementan su productividad.
La apuesta del Gobierno escocés por poner al trabajador en el centro de la empresa es compartida en la CAV. ¿En qué situación cree que nos encontramos?
-Mi conocimiento sobre lo que se está haciendo aquí sobre este tema es muy limitado, pero por lo que he visto encuentro cierta similitud entre Escocia y el País Vasco. Nos encontramos en etapas de implantación de este sistema muy parecidas y tenemos una buena oportunidad de aprender unos de otros.
¿Cómo afronta Escocia el brexit?
-La economía de Escocia es fuerte y resilente. Desde el momento en que se votó que Gran Bretaña quiere salir de Europa, el Gobierno de Escocia trabaja en un plan que contempla cuatro elementos. Por un lado, la agencia Scottish Development International (el organismo estatal que apoya a los inversores extranjeros en el territorio y busca nuevos negocios internacionales) ha duplicado su número de empleados en Europa. También se han creado tres hubs de innovación en Berlín, Dublín y Londres y, además, se ha constituido una Junta de Comercio para estudiar nuevas iniciativas. El cuarto elemento de esta política es instaurar e intensificar la presencia de representantes diplomáticos de comercio exterior.
¿Cómo afectará a la economía escocesa?
-Creemos que fundamentalmente afectará a las importaciones por el cambio de la moneda, mientras que las exportaciones no se verán apenas afectadas. De todos modos, desde que se votó el brexit han surgido inversores escoceses que consideran que existe talento y potencialidad en Escocia y que han anunciado nuevas inversiones. El anuncio del brexit no ha desplazado a las empresas.