donostia - El Gobierno Vasco está dispuesto a centrar la labor de Lanbide en la inserción laboral apostando por potenciarlo como “herramienta de orientación e intermediación laboral” por lo que “a futuro quizás haya que pensar en quién gestiona las ayudas sociales” actualmente en manos del citado Servicio Vasco de Empleo, según señaló ayer el lehendakari Iñigo Urkullu, en Gasteiz.

El máximo representante del Ejecutivo vasco valoró la situación de Lanbide en el transcurso de su intervención en el primer Foro Económico de Álava, organizado por la revista Dato Económico, tras ser interpelado por las palabras del viceconsejero vasco de Empleo, José Andrés Blasco, quien días pasados dijo que a sus hijos “ni se les pasa por la cabeza apuntarse” en Lanbide para buscar un empleo, aunque posteriormente pidió disculpas públicas por su palabras que cuestionaban al utilidad del servicio.

Iñigo Urkullu aseguró que “a pesar de lo que se piense creo que Lanbide está en los puestos punteros dentro de lo que son los servicios públicos de empleo en el Estado español”. Tras indicar que habían tenido conversaciones con Confebask sobre esta cuestión, el lehendakari destacó que la evolución era positiva. “De pasar de un dos o un dos y pico por ciento de intermediación laboral con la empresa hemos pasado a un tres y pico por ciento, lo que nos sitúa como punteros en el Estado español”.

Sin embargo, el lehendakari reconoció que dicha mejoría no es suficiente pues resaltó que la “vocación” de todos en el Gobierno es “intentar alcanzar el 6% de intermediación laboral por parte de Lanbide”.

En referencia a las referencias públicas que se han podido hacer contextualizando la labor de Lanbide en relación a la existencia de los diversos portales de empleo de organizaciones privadas, Urkullu indicó que tienen que servir para dar un “vuelco” al trabajo de Lanbide para que sea “identificado como herramienta” de búsqueda de empleo.

El lehendakari destacó que el propósito del Gobierno Vasco “es mejorar Lanbide” pero también quiso dejar claro su apoyo al colectivo laboral del servicio al “reconocer el esfuerzo que toda la plantilla de Lanbide ha hecho desde 2011”.

En todo caso, y dentro de las medidas a adoptar para mejorar el servicio, el lehendakari apuntó que “a futuro, quizás lo que hay que pensar es, según Efe, en quién gestiona las ayudas sociales” como la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y de la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV) que actualmente se tramitan en Lanbide.

En este sentido, Urkullu recordó que la decisión de que fuera el Servicio Público de Empleo vasco quien gestionara estas ayudas sociales fue tomada en 2011 por el anterior Ejecutivo vasco liderado por el socialista Patxi López, cuando se transfirieron a Euskadi las políticas activas de empleo.

Urkullu también pasó revista, entre otros aspectos, a la economía y señaló que habrá que permanecer “vigilantes” ante la evolución de la misma en los próximos meses, ya que “sigue habiendo problemas en las empresas”. De todas formas, reiteró que “la economía en su conjunto está tomando impulso”, pese a que la recuperación completa en Euskadi “requerirá de mucho tiempo y esfuerzo”.

kutxabank El lehendakari también saludó la reciente aprobación del plan financiero de la Fundación BBK, la herramienta con la que la antigua caja de ahorros vizcaína ha probado que tiene músculo suficiente para mantener el control de Kutxabank y al mismo tiempo dotar de liquidez al banco para blindarlo ante hipotéticas contingencias.

Urkullu recordó que el visto bueno al protocolo de gestión de BBK por parte del Banco de España supone que el accionista mayoritario seguirá teniendo el 57% del capital social del banco y que, junto a sus otros dos socios -las fundaciones de Caja Vital y Kutxa- ,“tendrá el control de Kutxabank” y podrán seguir garantizando el “arraigo” del banco con Euskadi. Lo cierto es que, aunque esperada, la aprobación del esquema financiero de BBK ha permitido respirar a los accionistas del banco y a las administraciones vascas.