dOnostia - La recuperación económica ha desbloqueado el ahorro acumulado por los vascos durante la crisis, que ya circula por los circuitos de la economía. En 2015 aumentaron por segundo año consecutivo los nuevos créditos concedidos a las familias para consumo o compra de viviendas y Ruiz de Gordejuela estima que este año se seguirá avanzando hacia la normalidad en el negocio bancario.
¿Se está estabilizando el mercado del crédito en Euskadi?
-Somos positivos, creemos que sí. Es el segundo año consecutivo en el que crece el crédito nuevo en Kutxabank, tanto a nivel de particulares como de empresas. Además, en 2015 superamos con creces nuestras expectativas en todas las rúbricas y ámbitos geográficos, en ?Euskadi, fuera de Euskadi, en los préstamos a empresas y en los de particulares?. La incógnita es saber si eso se va a replicar en 2016.
¿Qué ha ocurrido para que se desborden las previsiones?
-Se ha notado el efecto de la demanda retardada que estaba esperando perspectivas más despejadas de la economía. También han mejorado las condiciones financieras, que están a tiro: los tipos de interés rayando el 0% son un atractivo para la inversión. Veremos si el ritmo se mantiene este año o aumenta, pero la demanda de crédito seguirá creciendo.
¿Esa es la previsión para este año?
-Es la previsión tanto para 2016 como para años posteriores, aunque nos ha sorprendido un poco lo explosivo de 2015, porque son tasas que no veíamos desde hace años.
¿Y esa dinámica explosiva se trasladará a los próximos años?
-Siempre somos moderados en las previsiones, pero este año será similar. Puede haber una atenuación en el ritmo de crecimiento, pero habrá crecimiento.
Hay una evolución positiva general, ¿pero destaca más el repunte del préstamo a empresas o a familias?
-Sí es bueno separar la economía real de la financiera. Las empresas han cogido ya una dinámica bastante positiva después de unos años sombríos. Las familias tardan más en notar esa recuperación y esa mejora de las perspectivas. Pero, sin embargo, el crédito a particulares ha tenido un comportamiento muy positivo. En hipotecas crecimos un 50% durante 2015 en formalizaciones nuevas. No hemos crecido tanto en empresas porque ya veníamos con una dinámica más positiva. El consumo es también un mercado que está creciendo con pujanza y estamos en crecimientos del 15%. Los indicadores financieros de familias, en términos de demanda de crédito, están siendo muy positivos.
¿Y hasta qué punto está vinculada esa dinámica a productos novedosos o agresivos?
-Nosotros no lo vemos como novedad. Las hipotecas siguen siendo uno de nuestros productos troncales, somos una entidad principalmente minorista, de familias y de particulares. La hipoteca es un producto estratégico para nosotros. De hecho, durante los años de crisis también hemos sido muy activos en materia de financiación hipotecaria. Y desde luego no somos agresivos en términos de condiciones financieras, si no que somos vanguardistas y líderes en términos de dar soluciones hipotecarias en su conjunto. Siempre lo hemos hecho así y durante la crisis hemos ganado cuota de mercado, tanto a nivel de Euskadi como en el resto del Estado. No consideramos que el crecimiento actual sea fruto de una mayor proactividad por nuestra parte, que siempre ha estado ahí. Lo atribuimos a que hay una recuperación y que se ha reactivado la demanda de las familias.
Con la tendencia que se vislumbra de subida de tipos, ¿hay margen de cara a abaratar más las hipotecas para captar clientes?
-Tenemos productos que siempre han estado ahí, pero que han cobrado interés. Por ejemplo, con tipos de interés rayando al 0%, en una operación a 30 años cada vez hay más familias que encuentran atractiva una hipoteca a un tipo fijo, que además es bastante bajo, en torno al 2,5%. No apostamos por una estrategia de precio en las hipotecas, lo que hacemos es asesorar y asegurar al cliente que la operación va rodada.
¿Cómo se convence a un cliente para que ahorre con los tipos de interés en mínimos?
-La rentabilidad es escasa con el Euríbor al 0,5%. Eso marca la realidad. ¿Cómo se convence? Bueno, yendo de la mano con el cliente, siendo muy transparentes, proponiéndole dinámicas de valor. El mundo de la inversión en fondos, el ahorro previsión, siguen siendo nichos de rentabilidad dentro de los parámetros actuales que son de tipos de interés muy bajos.
¿Qué peso debería tener en un futuro el negocio minorista en la cuenta de resultados?
-La verdad es que el negocio minorista hoy en día es un 70% del volumen de negocio de la entidad. Somos una entidad que hace muchas cosas, pero que tiene un origen, un núcleo y una vocación muy marcadamente de particulares. Lo que tenemos, más que un cambio del peso relativo del negocio minorista dentro de la entidad, es una apuesta por multiplicar por tres nuestro negocio en conjunto. Eso por supuesto conlleva el minorista.
¿Se han marcado una fecha para que aumente el saldo del crédito?
-Sí, de hecho en algunas rúbricas de negocio ya conseguimos el año pasado que las formalizaciones nuevas superaran las amortizaciones. Ha ocurrido en el mundo de empresas, de banca corporativa. A minoristas le costará un poco más, pero dentro del plan de rentabilidad aspiramos a alcanzar ese punto de equilibrio dentro de un par de años o tres. Desde luego, en el horizonte de 2019 todas las líneas de negocio de Kutxabank estarán creciendo.
¿Será un signo de normalización?
-Somos positivos, creemos que la senda alcista de la economía se mantendrá y confiamos en que nuestra capacidad de aportar resultados a la cuenta permita triplicarla de aquí a cuatro años. Y es una hipótesis bastante prudente en cuanto a escenario económico y en cuanto a curva de tipos. Es, por decirlo así, un plan muy centrado en nuestras capacidades internas. La economía nos ayudará, por supuesto, pero no esperamos que sea ella la que nos solucione la papeleta. El reto es autoimpuesto, vamos a un plan muy exigente en cuanto a nuestra capacidad propia. Es un plan de negocio y muy volcado en la mejora de la rentabilidad, que es el reto del sector, no únicamente de Kutxabank.
¿Y está preparado el sector para ese reto?, ¿ya está saneado?
-Sí, se puede decir que sí. Numerosas entidades financieras han tenido ayudas públicas y un rescate por detrás que les ha permitido reforzar ratios como solvencia y capital. Pese a que nuestra competencia ha tenido esas ayudas de Estado para sanear balance, nosotros, sin ninguna ayuda, seguimos siendo la entidad número uno en solvencia en el Estado.
¿Se percibe en el sector la guerra de precios en el crédito?
-Yo diría que sí hay más agresividad en el mercado, más proactividad, porque han vuelto algunas entidades que se habían retirado del mercado de la financiación por distintas razones, por problemas internos, rescates e incluso algunos bancos no tenían posibilidad de crecer en su stock crediticio por imposición del regulador. Los que hemos estado siempre, seguimos en nuestra dinámica y con nuestra política. No hemos inventado nada ni hemos cambiado el chip. Hemos mantenido nuestra apuesta, basada en nuestra fortaleza, en nuestro saber hacer y, por supuesto, en nuestra capacidad innovadora. Ponemos encima de la mesa periódicamente nuevas modalidades, posibilidades interesantes para el cliente, pero no hemos cambiado, es el mercado el que ha cogido más velocidad.