azkoitia - Construcciones Antzibar, una empresa guipuzcoana con 30 años de historia, baja la persiana dejando en la calle a sus 33 trabajadores. Tenía una plantilla de 46 hace exactamente un año. El cierre, que se hará efectivo el 4 de enero, no se produce por falta de trabajo, sino por “las leoninas condiciones de adjudicación” de varias obras públicas, entre ellas la construcción de varios centros escolares promovidos por el Gobierno Vasco. Cada trabajo hecho para el Departamento de Educación genera pérdidas. “No hemos conseguido que ninguna de las obras actuales sea rentable”, argumenta la empresa.
Solo en el centro Lope de Larrea de Agurain (Araba), Antzibar habría perdido más de 200.000 euros, según datos a los que ha tenido acceso NOTICIAS DE GIPUZKOA. El contrato obtenido ascendía a más de 566.000 euros tras una rebaja del 30% sobre el precio de licitación (789.000). Según fuentes sindicales, Antzibar es una de las empresas guipuzcoanas que respeta el convenio territorial de la Construcción y Obras Públicas y respetar esas condiciones le resulta imposible con los contratos públicos que obtiene en la CAV.
Antzibar se creó en el verano de 1985 y sucedió entonces a Construcciones Lazkano, fundada en 1964 y que entró en quiebra a mediados de los 80. Otra empresa del grupo, Hormigones Lazkano, desapareció también en octubre de 2012 por la brutal crisis de la construcción y ahora es la propia Antzibar la que dice adiós.
En la memoria del ERE de extinción presentado para toda la plantilla, Antzibar asegura que la causa de esta drástica decisión es el “incremento de las pérdidas como consecuencia de la adjudicación de nuevas obras”. La compañía incide que ha hecho “un gran esfuerzo en coger la poca obra que ha salido. Ahora bien, debido a las leoninas condiciones económicas de adjudicación, no hemos conseguido que ninguna de las obras adjudicadas sea rentable. En todas hemos perdido dinero”.
Según la empresa, “únicamente las denominadas obras varias, que comprenden pequeños trabajos para industriales de la zona, nos han permitido ganar algo de dinero, si bien el mismo es insuficiente para sufragar las pérdidas generadas por el resto de la actividad”.
De hecho, Antzibar ha tenido que renunciar a realizar los trabajos logrados en colegios de Eibar y Elgoibar por la exigencia de acortar plazos, que elevaban mucho el coste.
deskarga, el principio del fin El primer gran rejonazo lo sufrió An-tzibar con el parón de las obras de Deskarga, en el tramo Antzuola-Bergara de la GI-632, cuyo contrato fue suspendido por la Diputación de Gipuzkoa el pasado mes de febrero por sobrecoste. Antzibar formaba UTE con Construcciones Moyua y la suspensión del contrato dejó a buena parte de su plantilla sin faena.
“La gran hostia nos la dieron en esa carretera. Se hizo una extinción de contrato y a nosotros nos pegó un palo tremendo porque, claro, estábamos metiendo once horas; y de la noche a la mañana, nos dijeron, ¡eh, para!”, asegura uno de los trabajadores de Antzibar que en pocos días irá al paro.
Aunque este contrato se rescindió en febrero de 2015, el parón de trabajo llegó a la obra en octubre de 2014. La primera decisión de la empresa en diciembre de 2014 fue abrir la puerta a salidas voluntarias incentivadas. A ellas se acogieron trece trabajadores. Esta vez el ERE afecta a toda la plantilla, 14 trabajadores de administración y 19 operarios.