donostia - Europa no se cree las cifras económicas que maneja el Gobierno español que lidera Mariano Rajoy y, aunque no lo dice claramente, considera que con las elecciones a la vuelta de la esquina, el Ejecutivo del PP ha dejado de lado los ajustes y ha incrementado el gasto, con lo que pone seriamente en peligro los objetivos de reducción del déficit público para 2015 y 2016 pactados con Bruselas. Así las cosas, la Comisión Europea confirmó ayer, pese a las intensas presiones políticas de Madrid, que ve riesgos de que España incumpla sus objetivos de recorte de déficit comprometidos para este año y el próximo, por lo que pide cambios “lo antes posible” en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 que el equipo económico de los ministros Cristóbal Montoro y Luis de Guindos está intentando aprobar con calzador antes del fin de la legislatura, y sin tener en cuenta que las encuestas no dan, hoy por hoy, al PP posibilidad de repetir la mayoría absoluta de la que disfruta.

El Gobierno comunitario europeo considera que España se va a desviar tres y siete décimas, respectivamente, de los objetivos de reducción del déficit público que el Ejecutivo de Rajoy ha comprometido con la Unión Europea, del 4,2% este año y del 2,8% para 2016. Estamos hablando, por ejemplo el próximo ejercicio, de seguir engordando la deuda pública española en unos 7.000 millones más de los ya previstos hasta mantenerla por encima de la astronómica cifra del billón de euros.

“La Comisión Europea opina que existe riesgo de no cumplir con las provisiones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por ello, la CE invita a las autoridades nacionales a ejecutar estrictamente el presupuesto de 2015 y que tome las medidas necesarias durante el procedimiento de tramitación”, declaró ayer en una rueda de prensa el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el socialista francés Pierre Moscovici.

El comisario galo, según Efe, subrayó que esa evaluación era una “cita textual del texto legal” del dictamen de Bruselas sobre las cuentas públicas y recalcó que la evaluación ofrece “las mismas cifras” que él mismo adelantó hace una semana, al término de una reunión del Eurogrupo, provocando el malestar del Gobierno español, que apeló al Ejecutivo alemán de Merkel para que presionase a la CE para que no le sacase los colores en campaña electoral.

Con todo, Moscovici explicó que Bruselas espera que el Gobierno de Mariano Rajoy actualice su proyecto de ley “lo antes posible” para incluir los datos de las Comunidades Autónomas, lo que podría tener un efecto en la evaluación

El desquite de Moscovici “Esperamos las cifras de las regiones y entonces comprobaremos si la brecha se ha cubierto, pero en el momento en el que estamos hablando, ese desvío del 0,3% está presente”, concluyó rotundo el comisario, presumiblemente herido en su amor propio por las críticas del Gobierno español intentando desacreditar sus opiniones días pasados no considerándolas propias de la CE sino individuales. De hecho, ayer mismo, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, volvió a cargar contra Moscovici acusándole de “temerario” por adelantar sus previsiones sobre España antes de que el Colegio de Comisarios aprobara su opinión sobre el Presupuesto español y recordó que el Gobierno “siempre se ha equivocado a la baja en sus previsiones” de crecimiento.

Tras el palo de Moscovici, que se suma a las advertencias en el mismo sentido del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), la zanahoria la ofreció el vicepresidente de la Comisión para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, que destacó los “remarcables” esfuerzos efectuados por España en los últimos años para mejorar, entre otras cosas, la competitividad del país y la salud del sector bancario.

El representante letón reconoció el crecimiento de la economía española al señalar que “España es ahora una de las economías más rápidas de la eurozona”, pero recordó que es necesario trabajar para corregir los desequilibrios económicos y que aún existen “grandes retos”.

No hay que olvidar que aunque el PIB español crece a tasas cercanas al 3%, la ralentización en China y la entrada en recesión en América Latina podría afectar a la economía y, de hecho, el BBVA ya ha advertido que en el tercer trimestre se ha ralentizado el ritmo de crecimiento con la incidencia que ello puede tener en contar con menos ingresos fiscales de los previstos. Dombrovskis aclaró que la petición de cambios en el presupuesto de 2016 está dirigida al nuevo Gobierno que surja de las elecciones del 20 de diciembre. En la opinión adoptada ayer, el Ejecutivo comunitario considera “optimistas” los datos de crecimiento empleados por el Gobierno para diseñar su proyecto de presupuestos. España prevé una tasa de crecimiento del 3,3% para 2015, mientras que Bruselas espera que sea del 3,1%.

El BCE pide reformas El Banco Central Europeo (BCE) considera que, a pesar del “fortalecimiento” de la recuperación económica y la estabilización de la banca, España mantiene “importantes retos y desequilibrios” que resolver, en especial respecto al déficit público y las reformas. “Los desequilibrios que el país presentaba antes de la crisis se están corrigiendo, pero aún siguen siendo sustanciales”, indicó el organismo que preside Mario Draghi.

“Sigue habiendo retos importantes. Sanear las finanzas públicas y mantener el esfuerzo en la realización de reformas son claves”.

PIB. La Comisión Europea considera que el Producto Interior Bruto español se incrementará el 3,1% mientras que el Gobierno de Madrid señala que la economía crecerá un 3,3%.

Déficit. España se ha comprometido a reducir el déficit público a tasas del 4,2% del PIB este año y del 2,8% en 2016. La CE cree que en 2015 la cifra será del 4,5% y del 3,5% en el próximo ejercicio.

“La Comisión Europea afirma que existe riesgo de incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, según señaló el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

4,2%

Objetivo de déficit público de España en 2015.