MADRID - El empresario José María Ruiz-Mateos falleció ayer en un hospital del Puerto de Santa María (Cádiz) a los 84 años de edad. El patriarca del imperio de la abeja murió solo, separado de facto de su mujer y alejado de sus trece hijos. El estado de Ruiz-Mateos era muy delicado desde hace meses. Enfermo de párkinson, su salud se agravó tras caerse y romperse la cadera y apenas pesaba 40 kilos en el momento de su muerte. Entre las causas que deja pendientes, queda una reclamación de paternidad presentada por Adela Montesdeoca, a la que se ha opuesto “tajantemente” la familia.

Amo del disfraz y famoso prófugo de la Justicia, José María Ruiz-Mateos fue una figura polémica que despertó lealtades y odios, que llevó a la bancarrota a su imperio por medio de una auténtica ingeniería financiera y cuya muerte cierra ahora un ciclo, informa Efe. Comenzó su trayectoria profesional en el negocio familiar de exportación de vinos al Reino Unido hasta que en 1961 fundó Rumasa, que con el tiempo llegó a convertirse en el primer grupo empresarial español. Tres años antes se había casado con María Teresa Rivero, con quien forjaría un clan en el que las siete hijas estuvieron al margen de los negocios.

Miembro del Opus Dei, organización a la que hizo cuantiosas donaciones, Ruiz-Mateos pasó sus últimos años enfermo de párkinson y con una avanzada demencia senil, sin su mujer a su lado y con apenas contacto con alguna de sus hijas.

Un escenario muy lejano de aquel 1961 cuando constituyó la sociedad Rumasa, que diez años después se conocería como el holding de la abeja, o de 1982, cuando se convertía en el primer grupo español con más de 700 empresas, aunque solo 250 estaban operativas. Entre ellas figuraban Galerías Preciados, Loewe, bancos como el Atlántico, Banco de Jerez y Banca Masavéu, la cadena hotelera Hotasa y algunos inmuebles singulares como las Torres de Colón.

La expropiación de Rumasa en 1983 por el entonces Gobierno socialista haría del ministro de Economía Miguel Boyer su enemigo, a quien llegó incluso a agredir en 1989 y espetarle la famosa frase que te pego, leche. Tras la expropiación, en marzo de ese año trasladó su residencia a Londres y meses después sería reclamado por la Justicia española; desapareció en 1984 y un año más tarde fue detenido en el aeropuerto de Fráncfort.

nuevo imperio En 1990 puso en marcha un nuevo holding familiar bajo la denominación de Nueva Rumasa, un entramado de empresas que con el tiempo se descubrió estaba plagado de testaferros y estructuras opacas en paraísos fiscales para evitar otra expropiación. Absuelto por la Audiencia Nacional por el caso Rumasa en 1997 y condenado a tres años de prisión por el caso de la agencia de viajes Mundo Joven en 2005, logró el tercer grado a los pocos días de ingresar en la cárcel debido a su edad y delicado estado de salud. La campaña mediática que orquestó tras la expropiación le llevó a granjearse los votos suficientes para convertirse entre 1989 y 1994 en europarlamentario.

En plena crisis, Nueva Rumasa inició en febrero de 2009 varias emisiones de pagarés en empresas del grupo en las que garantizaba intereses de hasta el 12%. La operación se convirtió en un sistema de financiación piramidal y las compañías se declararon insolventes en 2011. En ese mismo año, la familia Ruiz-Mateos anunció la venta de la mayoría de las empresas de Nueva Rumasa (por un euro cada una de ellas) al grupo Back in Business, detrás del cual se encontraba Ángel de Cabo, condenado por el caso Viajes Marsans.

La familia se dividió tras la insolvencia de Nueva Rumasa, especialmente desde que la Justicia a partir de 2012 comenzó a embargar inmuebles e investigar dónde habían ido a parar los 300 millones de euros que más de 5.000 inversores destinaron a las empresas del grupo.

El pasado 17 de junio el empresario jerezano volvió a entrar en prisión por tres delitos contra Hacienda, aunque fue trasladado al día siguiente a un hospital por su delicado estado de salud. Su muerte pone fin a una historia de auténtico enredo personal, familiar y mediático para el hombre que montó imperios... y quiebras.