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El TS justifica el despido colectivo en Corrugados Azpeitia y Lasao

El Grupo Gallardo obtiene así una nueva victoria en la batalla judicial que libra con los trabajadoresLa sentencia respalda la emitida por la Audiencia NacionalELA y LAB piden a las instituciones que “actúen con firmeza”

El TS justifica el despido colectivo en Corrugados Azpeitia y LasaoFoto: Javi Colmenero

donostia - El Grupo Gallardo ha obtenido una nueva victoria en la batalla judicial que libra con los trabajadores y sindicatos de Corrugados Azpeitia y Corrugados Lasao. El Tribunal Supremo dictó ayer una sentencia en la que ratifica que los despidos colectivos de las dos plantas guipuzcoanas están justificadas.

Esta sentencia respalda la ya emitida con anterioridad por la Audiencia Nacional, quien consideró que la medida tomada por el Grupo Gallardo “se adecúa a la intensidad de las causas”.

Esta última decisión judicial dificulta la lucha emprendida por los trabajadores de Corrugados Azpeitia por buscar una solución que contemplara la reapertura de la planta, al considerar que la situación económica del Grupo Gallardo había variado y existía carga de trabajo para mantener la actividad.

El Tribunal Supremo, en cambio, avala la actuación del propietario de ambas firmas, pero también la de la plantilla. Según señala en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, las dos partes han realizado sacrificios para “salir de la crisis”.

Además de las plantas de Azpeitia y Lasao, el Grupo Gallardo también aplicó medidas correctivas en las de Ferromallas y Grupo Alfonso Gallardo de Extremadura que con esta sentencia se ven también justificadas.

ELA y LAB en un comunicado manifestaron ayer su “más absoluta disconformidad” con esta sentencia, y atribuyeron esta situación a la reforma laboral que “desproteje a la parte social”.

En su opinión, este escrito “se ha dictado desde el más profundo desconocimiento sobre lo ocurrido en el periodo de consultas del último ERE de extinción”.

Los sindicatos abertzales hicieron un llamamiento a las instituciones vascas para que “actúen con firmeza y decisión en aras de conservar el tejido industrial tan importante que posee Azpeitia y Urola Kosta”.

Según señalaron, ambas plantas son completamente viables, con futuro y un capital humano muy cualificado que asegura la viabilidad de unas empresas que “han sufrido la desidia y dejación de una compañía que nunca debió aterrizar en Azpeitia”.

El grupo empresarial, por su parte, señaló que con los ajustes que “se han realizado y se han sabido gestionar con mínimos recursos de manera satisfactoria”, la difícil situación económica que padecían ha cambiado de tendencia y comienza a mejorar.

Gallardo indicó que estos ajustes han significado volver a la senda de la rentabilidad, lo que ha provocado que los resultados económicos del primer semestre del presente ejercicio hayan sido positivos.

El Tribunal Supremo ratifica así la decisión empresarial después de que el comité de empresa de Corrugados Azpeitia decidiera recurrir la sentencia de la Audiencia Nacional que también respaldaba el ERE de extinción planteado en Azpeitia y los despidos de Lasao, en una actuación que dejó sin empleo a tres centenares de trabajadores de una manera escalonada.

El conflicto se inicia en 2011, cuando el Grupo Gallardo planteó un recorte de empleos en Corrugados Azpeitia al frustrarse su venta a la brasileña CSN.

Esta medida activó la lucha sindical, que obtuvo algunos logros, pero el problema adquirió especial gravedad cuando los responsables del Grupo Gallardo anunciaron el inicio de las gestiones necesarias para cerrar la planta de Azpeitia y despedir a 38 de los 68 trabajadores de Corrugados Lasao.

La intervención del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa para buscar alternativas no dio los resultados esperados, y la llegada de material a las empresas, comenzó a disminuir al tiempo que comenzaban los primeros despidos.

La lucha sindical en los juzgados comenzó con el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que declaró nulo el expediente de regulación de empleo presentado por considerar que no había habido voluntad de negociación con los trabajadores.

Gallardo entonces unió estas dos plantas con las que tiene en Jerez de los Caballeros para poder presentar el ERE en Madrid en lugar de la plaza vasca, en su opinión más difícil que la estatal.

Esta estrategia le ha dado buenos resultados, ya que tanto la Audiencia Nacional en un inicio como el Tribunal Supremo posteriormente han dictado sentencias favorables al grupo empresarial extremeño. - N.G.