donostia - La tarifa de la energía eléctrica consumida a nivel doméstico se ha encarecido un 12,7% en el primer trimestre del presente año respecto a idéntico periodo de 2014, según datos de la asociación de consumidores Facua.

El conocido popularmente como recibo de la luz se ha encarecido en el primer trimestre de este año de la mano de un mayor precio de la electricidad pese a haberse abaratado en un punto en el mes de marzo.

Según la organización de consumidores, el usuario medio ha pasado de pagar una media al mes de 66,33 euros en marzo de 2014 a 74,73 euros en el mismo mes de 2015, lo que supone una subida de 8,4 euros, impuestos del Estado español incluidos.

Este incremento se produce , según Europa Press, después de que el precio del kilovatio-hora, el coste real de la generación de electricidad, haya registrado una subida en doce meses del 18%, mientras que el kilovatio de potencia contratada no ha variado desde febrero de 2014, fecha en la que se encareció un 18%.

En cuanto a la evolución mensual, en el pasado febrero -mes invernal con un mayor consumo eléctrico-, la factura del usuario medio estaba en 75,39 euros, por lo que la bajada ha sido del 0,9%.

Ante esta evolución de precios, la asociación de consumidores Facua pide al Gobierno español una “intervención contundente en el sector” para que las tarifas eléctricas se establezcan sobre la base de los costes reales de la generación energética y los usuarios, según la asociación, dejen de ser víctimas de lo que Facua considera “prácticas oligopolísticas”.

Junto a esto, la asociación de consumidores solicita una “auditoría histórica” del déficit de tarifa eléctrico en el Estado español y un cambio normativo legal para prohibir la práctica que considera de “puerta giratoria” mediante la que las compañías eléctricas hacen labor de lobby a favor de sus intereses mediante el fichaje de expresidentes, exministros y otros altos cargos gubernamentales.

Además, Facua reclama transparencia en el “oscuro sistema tarifario” y que se acate la sentencia del 23 de octubre del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que se indica que los usuarios de electricidad y gas deben ser informados de las subidas tarifarias antes de que entren en vigor.

La subida del precio de la luz en un 12% en el primer trimestre del presente año rompe con las declaraciones del ministro de Industria español, José Manuel Soria, que justificó la reforma energética del pasado año, entre otras razones, para favorecer unos precios de la electricidad en el Estado español más acordes con la media europea, pues hasta los propios representantes de las compañías eléctricas reconocen que los usuarios, tanto domésticos como industriales, en el Estado español pagan unas tarifas más caras que la media. Eso sí, las empresas eléctricas no dejan de señalar que la generación y la distribución de la electricidad no es lo que encarece el recibo sino los impuestos y tasas que el Gobierno añade al mismo.

Un ejemplo es que un usuario doméstico con una potencia instalada media de 4,4 KW que consuma unos 290 kwh al mes abona en el recibo un total de 63 euros mensuales, de los que solo 34 euros corresponden a la electricidad consumida. El resto de la factura es por potencia contratada, impuestos sobre la electricidad y el 21% del IVA

El Gobierno español aprobó el año pasado un notable cambio en la factura de la luz tras suspender los resultados de la famosa y polémica subasta del tarifazo a finales de 2013 e intervenir el mercado eléctrico. El Ministerio de Industria introdujo un nuevo sistema para fijar los precios finales de la tarifa que pagan la mayoría de ciudadanos españoles (la antigua TUR, ahora Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC).

El recibo cuenta con tres componentes: peajes de acceso que cubren los costes regulados (distribución, transporte, retribución a renovables...), impuestos y el componente de energía (que cubre los costes de generación eléctrica). Los dos primeros componentes (peajes e impuestos) dependen directamente de la decisión del Gobierno. Y el tercero, el de energía, hasta el año pasado se fijaba con subastas trimestrales; pero ahora se determina en función de la evolución continua del mercado mayorista de electricidad.