donostia - Las fundaciones de las tres cajas vascas se repartirán este año 45 millones de euros para atender los compromisos de su Obra Social, lo que supone un incremento del 66% respecto a los fondos consignados en 2014. El consejo de administración de Kutxabank ha apostado de nuevo por agotar el límite legal que marca la rígida normativa impuesta por Bruselas y destinará el 30% de su beneficio al pago de dividendo, que en su caso se ciñe exclusivamente a la Obra Social.

El aumento, que supone casi duplicar los 27 millones de 2014, permitirá a las tres fundaciones bancarias propietarias del banco -BBK, Kutxa y Vital Kutxa- mejorar notablemente los servicios que prestan a los ciudadanos. Según Kutxabank, las obras sociales de las antiguas cajas vascas contarán con la mayor aportación del Estado en función del tamaño y con el mejor ratio de inversión en relación a los posibles beneficiarios.

El impulso económico que recibe la actividad benéfica de las fundaciones -el objetivo con el que fueron creadas las cajas de ahorros- se produce en un momento clave. El Banco de España publicará antes de que concluya este mes la circular que establecerá las nuevas reglas de juego de las fundaciones bancarias. Una circunstancia que puede obligar a las fundaciones de las tres cajas vascas a abrir el capital de su banco a otros inversores con menos sensibilidad con la Obra Social. Además, el impacto del caso Cabieces, pese a ser una cuestión puntual que no resiste ninguna comparación con los escándalos de las cajas españolas, es muy difícil de medir. Sobre todo desde la distancia geográfica y burocrática de Bruselas.

En esa tesitura, Kutxabank dio ayer una imagen de normalidad y de confianza en el futuro al fijar la dotación para la Obra Social. Lo hace además dando un salto de calidad por el notable incremento del volumen y cumpliendo con su compromiso de apurar al milímetro los estrechos márgenes que ofrece la normativa. Volverá por ello a destinar el 30% del dinero que gana -el límite legal- a los compromisos adquiridos por las tres fundaciones con los ciudadanos de su área de influencia.

aprobado en solvencia Se cumple de esta forma con las directrices del Banco Central Europeo en materia de distribución de beneficios. Sin embargo, se rebasa hasta donde ha sido posible la recomendación del Banco de España de limitar el reparto del dividendo de las entidades financieras al 25% de su ganancia anual.

Kutxabank supera asimismo los tres niveles de requerimiento de solvencia establecidos por el supervisor, por lo que tiene “libertad para distribuir beneficios con criterios conservadores”, aseguró el banco vasco en un comunicado. Según el Banco Central Europeo, eso implica “no poner en peligro las condiciones de solvencia fijadas, incluso bajo los escenarios adversos”, añadieron.

Bajo esa premisa, el consejo de administración de la entidad financiera plantea repartir esos 45 millones, al estimar que “compatibiliza la generación de niveles de rentabilidad adecuados y sostenibles para sus accionistas con el mantenimiento de unos índices de solvencia suficientes para garantizar la continuidad de su actividad en un entorno de crecientes requerimientos normativos y supervisores”.

Desde su constitución en 2012, Kutxabank ha distribuido cerca de 128 millones de euros entre las cajas de ahorros vascas -fundaciones bancarias desde el año pasado-. La estabilidad de la inversión social de Kutxabank se ha mantenido gracias a “su excelente fortaleza y a su posición de liderazgo en solvencia”, destacó el banco. En su primer ejercicio tras la integración, Kutxabank destinó a las obras sociales un total de 55,8 millones con cargo a los beneficios de 2012. A esta partida se sumaron los 27 millones abonados en diciembre de 2014 y los 45 millones que se distribuirán a partir del resultado obtenido en 2014.

“Se trata del mayor dividendo social de todo el Estado en función del tamaño de la entidad, y la proporción de la inversión social y posibles beneficiarios arroja una ratio que se sitúa a la cabeza de todo el sistema financiero español”, destacó Kutxabank.