donostia - La empresa Goratu negó ayer rotundamente que haya vendido ninguna máquina de las que fabrica a Irán, motivo por el que fue objeto el pasado martes de un registro por efectivos de la Guardia Civil, que incluso ordenaron paralizar la producción de la planta durante varias horas.

En un comunicado hecho público ayer, el fabricante de máquina-herramienta, cuya planta está ubicada en Elgoibar, precisó que aunque exporta el 90% de su producción a diversos mercados internacionales, el país asiático, objeto de embargo internacional, no forma parte de sus destinos.

De la misma forma, la compañía, cuyo consejero delegado es Iñaki Torrecilla, hasta hace unos meses presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-Herramienta (AFM), rechaza que, con “carácter general las máquinas que fabrica sean susceptibles de ser consideradas de doble uso”, que, al parecer, ha sido la causa de la intervención de la Guardia Civil, por su condición de poder ser utilizadas tanto a la fabricación industrial como de armamento.

“De manera escrupulosa se analiza cada pedido con el objeto de cumplir la legislación vigente contando siempre con las licencias y permisos oportunos que cada país, equipo o cliente pudiera requerir”, precisa la empresa guipuzcoana.

En este sentido, agrega que teniendo en cuenta los cambios geopolíticos que se han producido en el mundo como, por ejemplo, en la zona de Oriente Medio y Ucrania, Goratu ha encargado un estudio independiente que abarca toda su gama de productos, con el objeto de extremar todo tipo de precauciones.

Al parecer, según ha podido NOTICIAS DE GIPUZKOA, el origen de este asunto se encuentra en un cliente de Goratu que incorporó una máquina producida en Elgoibar con la de otros fabricantes para montar una línea de producción que tenía como destino Irán.

Desde la empresa rechazan cualquier responsabilidad en este incidente, al tiempo que “confían en una rápida y positiva resolución del asunto”.

Frente a lo sucedido en las anteriores ocasiones en que empresas vascas han podido estar relacionadas con ventas a Irán, en este caso, llama la atención el silencio que guarda el Gobierno central sobre la cuestión.

En medios empresariales existe una cierta preocupación sobre los efectos negativos que este tipo de operaciones , tal y como se desarrolló el pasado martes con gran despliegue de efectos policiales, puede tener para la imagen de la compañía.