El crecimiento de las energías renovables en el mundo es una feliz realidad y la generación de electricidad aprovechando la fuerza del viento es una de las tecnologías más limpias y eficientes existentes en la actualidad. Pero como todo proceso industrial, tiene algunos inconvenientes. Ese es el caso del tratamiento que se les da a los diferentes elementos que componen los molinos de viento al final de su vida útil.
El componente de los aerogeneradores más delicado y difícil a la hora de su reciclaje son sus palas fabricadas en composites. Y aunque el parque mundial de aerogeneradores es relativamente muy moderno, en la Unión Europea se ha decidido estudiar la fórmula para poder hacerlo cuando sea necesario.
En este sentido, Euskadi, líder mundial en la industria eólica, cuenta con varias empresa y centros de investigación punteros como lo acredita el hecho de que la compañía Iberinco, la filial de ingeniería del grupo Iberdrola, va a liderar un proyecto de investigación en el reciclaje de las palas de los aerogeneradores eólicos denominado Brio y cuyo objetivo, según fuentes de la empresa, es “crear una metodología innovadora y sostenible para la gestión y el reciclado de las mismas a medida que vayan alcanzado su vida útil”.
En el novedoso proyecto participan, entre otros, dos centros tecnológicos vascos de primer nivel, caso de Gaiker, integrado en la alianza IK4, y Tecnalia.
Y no hay que olvidar que el parque eólico mundial está en crecimiento con más de 318.137 megavatios (MW) instalados al cierre de 2013, según datos de Global Wind Energy Council (GWEC), cuando en el año 2000 solo había 17,4 MW. Esto supone al menos una cifra similar de aerogeneradores que habrá que reciclar en su momento. porque aunque en la actualidad se instalan equipos de dos a cinco MW, los primeros aún en funcionamiento eran más pequeños. De hecho Gamesa sigue produciendo los de 850 kilovatios. Como la vida útil media de un molino de viento es de unos veinte años, se puede estimar el problema futuro de reciclar cientos de miles de palas.
El proyecto para tratar en el futuro las palas de los aerogeneradores instalados en los parques eólicos incluye la realización de una demostración final del sistema de reciclaje desarrollado. La iniciativa va a contar de salida con más de un millón de euros de presupuesto y la financiación de la Unión Europea, a través del programa Life+. Este es un instrumento financiero de la Unión Europea dedicado, de forma exclusiva, al medio ambiente. Su objetivo general para el período 2004-2020 es contribuir al desarrollo sostenible y al logro de las metas fijadas en la Estrategia Europa 2020 y de las estrategias y planes pertinentes de la Unión Europea en materia de medio ambiente y clima.
Iberinco, la filial de ingeniería de Iberdrola va a liderar este proyecto. Tendrá una duración de dos años y medio, y tendrá también la colaboración del área de energías renovables del Grupo Iberdrola, a través de su filial británica, ScottishPower Renewables, que proporcionará el material de reciclado necesario para llevar a cabo los trabajos del proyecto. Ese material llegará procedente de los parques eólicos en proceso de desmantelamiento y repotenciación en Gran Bretaña.
Brio surge de la necesidad de dar respuesta al problema de los residuos provenientes de las palas de los aerogeneradores instaladas en los parques eólicos. Estos se generan cuando las palas dejan de ser útiles, por cuestiones operativas, el avance tecnológico es tal que hay perfiles que quedan obsoletos y pueden ser sustituidos por otros más eficientes energéticamente hablando o porque los parques eólicos alcanzan el fin de su vida útil y han de ser desmantelados o repotenciados.
En la actualidad, la gestión de este tipo de residuos constituye un problema emergente ya que, dado lo reciente del desarrollo del negocio eólico, aún no se ha generado un volumen importante de material.
No hay que olvidar que el sector eólico aunque solo instaló en España 175 MW en 2013, cuenta con una potencia potencia total instalada de 22.959 MW, según AEE.
4.000 molinos más La energía eólica sigue en expansión. Tanto que en la Unión Europea se han instalado 10.917 MW sumando los 28 países en 2013, según datos publicados por la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA). Ello supone que con equipos de una potencia media de 2,5 MW, se han colocado en torno a 4.000 nuevos aerogeneradores. Este crecimiento, aunque abultado, es un 8% inferior al de 2012.
La Unión ya cuenta, según la misma fuente, con un total de 116.774 MW eólicos instalados. Con ello cubre el 8% de la demanda eléctrica europea. En el resto de Europa se han instalado 4.188 MW. La potencia instalada eólica aumentó un 12,5% en 2013, hasta situarse en 318.137 MW, según GWEC.