Donostia. El consejo general de Corporación Mondragon -lo que en una sociedad de capital equivaldría a un comité de dirección-, rechazó ayer por unanimidad el plan de viabilidad presentado por Fagor Electrodomésticos porque "no responde a las necesidades del mercado y porque los recursos que demanda no servirían para garantizar su futuro empresarial".

La importante e histórica decisión tomada por la dirección significa de facto la decisión de iniciar el concurso de acreedores de la cooperativa que, hasta ahora, simbolizaba el movimiento cooperativo, y que deberá de ser comunicada al juez en los próximos días, probablemente el lunes que viene.

A partir de ese momento, serán los administradores que designe el juez los que se harán cargo de la gestión de la empresa y de llegar a un acuerdo con los acreedores, tanto los suministradores, los bancos y las instituciones, así como los socios que depositaron sus aportaciones voluntarias.

El máximo órgano de decisión de Corporación Mondragon rechaza cualquier posibilidad de financiar el plan de viabilidad presentado en las últimas semanas por la dirección de Fagor Electrodomésticos, que es el mismo que se elaboró el pasado mes de junio para no aplicarse nunca y que sirvió para que el conjunto de las cooperativas aportase un fondo de 70 millones de euros.

El cansancio y el hastío por el poco resultado que las ayudas que el resto de las cooperativas han dado a Fagor Electrodomésticos, y que la propia Corporación estima en unos 300 millones de euros, se refleja al constatar que los 170 millones que demanda la cooperativa presidida por Xabier Bengoetxea no servirán para nada ya que "no garantizarían su futuro empresarial".

El acuerdo unánime alcanzado en el seno de Corporación Mondragon tiene una gran importancia porque varios de sus miembros, entre ellos su presidente, Txema Gisasola, proceden de Fagor Electrodomésticos y hasta hace pocas semanas han estado planteando alguna posible salida a la crisis.

De la misma manera hay que constatar que una decisión de ese calibre no hubiera sido posible sin que la comisión permanente de Corporación Mondragon -que equivale al consejo de administración de una sociedad de capital-, presidida por el presidente del Grupo Eroski, Agustín Markaide, y en el que están representadas todos las cooperativas del grupo, no hubiera dado el visto bueno y su aprobación al acuerdo.

La decisión de la dirección de Corporación Mondragon rompe de una manera taxativa la incertidumbre que durante estas semanas ha existido en el seno del grupo en una especie de juego de ajedrez donde los grupos más poderosos como Eroski, Laboral Kutxa, Orona y Ulma, siempre se han opuesto a seguir apoyando a Fagor Electrodomésticos, mientras que desde la propia cooperativa, desde su dirección hasta el último socio, apelaban constantemente a la solidaridad y a la activación de los apoyos intercooperativos que, en esta ocasión, han dado el no por respuesta ante la ausencia de futuro del proyecto.

"Fagor Electrodomésticos, tal y como la hemos conocido, ya no será cooperativa, con lo que se acaba la incertidumbre con la que hemos vivido en los últimos meses y se abre ahora el drama no solo de los 1.630 socios que se quedan sin trabajo, sino de los 3.000 trabajadores de Francia y Polonia, los puestos de trabajo indirectos, las pequeñas empresas suministradoras, etc.", señaló ayer a NOTICIAS DE GIPUZKOA un socio cooperativista.

Asimismo, el acuerdo del consejo general de Corporación Mondragon desautoriza todo lo dicho por el director general de Fagor Electrodomésticos, Sergio Treviño, cuando, a través de sendas entrevistas a dos medios de comunicación, emplazó al grupo para que acudiera a un segundo rescate bajo el argumento que el plan era viable.

De la misma forma, critica la actuación de la dirección de Fagor Electrodomésticos, empezando por su presidente Xabier Bengoetxea, al que algunos le acusan de no haber dado la cara en esta crisis, al señalar la incapacidad de la cooperativa de "competir en un mercado global y adaptarse a todos los cambios que se están produciendo en el sector con nuevos competidores y nuevas reglas de juego".

La decisión de Mondragon de dejar caer Fagor Electrodomésticos no viene de ayer sino del pasado 15, cuando los presidentes de la Corporación y de la comisión permanente, Agustín Markaide y Txema Gisasola, respectivamente, comunicaron por carta al consejo rector de la cooperativa de su decisión de no responder a la demanda de socorro.

Ese hecho, al que hay que sumar la decisión de un banco acreedor de romper el preacuerdo alcanzado, formó la presentación del preacuerdo concursal que le daba a la cooperativa un colchón de cuatro meses para tratar de buscar una financiación y evitar su liquidación.

En la tarde del pasado martes, el consejo general de Mondragon comunicó al consejo social de Fagor Electrodomésticos el rechazo del plan de viabilidad que activó todas las alarmas sobre la presentación inminente del concurso de acreedores, que trataba de evitar la cooperativa.