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Hutchinson cerrará Catelsa antes de enero y dejará sin empleo a sus 61 trabajadores

el cese de actividad en la planta de oiartzun es "irrevocable", dice la multinacional francesa La firma guipuzcoana fabrica componentes de caucho para automoción desde 1957 y empleaba a 106 personas en 2009

Hutchinson cerrará Catelsa antes de enero y dejará sin empleo a sus 61 trabajadoresFoto: ainara garcia

Donostia. La crisis está a punto de cobrarse nuevas víctimas en Gipuzkoa con la pérdida de los 61 empleos de la plantilla de Catelsa en Oiartzun, dedicada a la fabricación de componentes para la industria de automoción, tales como el capuchón de rótula y otros elementos de caucho y látex para amortiguar las vibraciones de los vehículos a motor. La dirección de esta empresa informó ayer que acaba de anunciar a los representantes de los trabajadores "la decisión de cesar la actividad de la planta y proceder de forma irrevocable al cierre del centro durante el cuarto trimestre de este año". Es decir, antes de enero.

Según la dirección de esta planta de la multinacional francesa Hutchinson, que emplea a más de 25.000 personas en los 21 países en los que está implantada, la medida "se hace necesaria una vez que han sido analizadas y agotadas todas las posibilidades de viabilidad". Según indicaron las mismas fuentes, "la continuada e irreversible pérdida de competitividad de la empresa, en un entorno de mercado altamente complicado por la situación general de la industria de automoción, es la causa de esta decisión".

La dirección precisó de que abrirá de forma inmediata un periodo de consultas con el objetivo de "explicar en detalle las razones que obligan a tomar tan difícil decisión" y anuncia que propondrá un "amplio plan social que incluye prejubilaciones, los servicios de una agencia de recolocación, y un plan de compensaciones".

Catelsa (Manufacturas Guipuzcoanas de Caucho y Látex) se constituyó en 1957 con el objeto social de fabricar, vender y distribuir piezas de caucho, principalmente al sector de la automoción. El principal producto fabricado en Catelsa-Oiar-tzun es el capuchón de rótula.

Los problemas en esta planta guipuzcoana vienen de tiempo atrás y ya en 2009 la compañía aplicó un ERE de suspensión temporal para 86 de los 106 trabajadores con los que contaba en marzo de aquel año. Entonces, el sindicato LAB denunció la "paulatina reducción de actividad" que estaba sufriendo la planta de Oiartzun, "no solo por la incidencia de la crisis, sino también por las decisiones tomadas por la multinacional", que decidió trasladar determinados trabajos a otras empresas del grupo.

LAB denunció unos meses más tarde la intención de la empresa de aplicar otro ERE de suspensión a 77 empleados y acusó a la compañía de estar llevando a cabo una "deslocalización progresiva" y estar trasladando la producción a países del Este y reducir gastos de personal "a costa de los trabajadores" en Oiartzun.

El año pasado, varios trabajadores llevaron a cabo un paro de quince días y dos delegados del comité de empresa se pusieron en huelga de hambre durante una semana, según informó LAB, hasta que en mayo se llegó a un acuerdo con la empresa para "estabilizar las condiciones laborales de la plantilla".

Hutchinson, filial a su vez del grupo petrolífero francés Total, tiene dentro del Estado otras plantas de producción en Arganda del Rey (Madrid), Palamós (Girona) y Cáceres. Precisamente, en esta última los sindicatos acaban de denunciar el despido de diez trabajadores más y apuntan que Catelsa-Cáceres -ahora trabajan allí 252 empleados y eran 370 en 2008- "ha externalizado (la producción) bastante en los últimos años", apuntando a que muchos de los trabajos se han derivado a la "planta que han abierto en Tánger (Marruecos).