El incendio en la planta de Iparlat en Urnieta fuerza un ERE que afecta a sus 170 empleados
ESNELAT PLANTEA ESTA MEDIDA HASTA QUE SE RETOME LA ACTIVIDAD, "AL MENOS EN UN MES" La dirección de la fábrica asegura que "los puestos de trabajo no corren peligro"
Urnieta. La tensión y los nervios que mantuvieron en vilo a muchos trabajadores de la fábrica Esnelat, del grupo Iparlat, en Urnieta, se fue apaciguando en la mañana de ayer, cuando los bomberos controlaron el enorme incendio que durante la madrugada del miércoles al jueves había arrasado buena parte de la planta ubicada en el polígono Erra-tzu, junto a la ITV de Urnieta y la empresa Metalocaucho.
Ya con la luz del día, la dirección de Esnelat aseguró que los empleos de las 170 personas que allí trabajan "no corren peligro", pero será inevitable un ERE temporal hasta que se restablezca la operatividad de esta fábrica envasadora de lácteos. Así se lo hizo saber a primera hora de la mañana el presidente de Iparlat, Manuel Arbide, al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, quien acudió a la planta incendiada para comprobar in situ los daños ocasionados por las llamas.
Poco después se personó el director de Desarrollo Rural del Gobierno Vasco, Pablo Medrano, quien aseguró que "la recogida de leche del sector ganadero vasco está garantizada". Su mensaje trataba de aplacar la palpable inquietud, en fechas señaladas como éstas y con productos perecederos como la leche, de ganaderos de Gipuzkoa y Euskadi, cuya leche es recogida cada dos días en camiones y enviada a Esnelat para su transformación y envasado. El presidente de Iparlat admitió que los ganaderos sufrirán "molestias inevitables".
Nada más hacer un primer análisis de la situación y comprobar que la planta deberá estar cerrada "al menos un mes", Arbide aseguró que la dirección se había puesto en contacto con las firmas lácteas Puleva, Pascual y Central Lechera Asturiana, con las que ayer se negociaba la derivación de la producción a sus plantas, ya que no será posible asumir toda la carga de trabajo a las plantas que el grupo tiene en Karrantza, León (al 50% con otra empresa), Renedo de Piélagos (Cantabria) y Vic (Barcelona).
Piden tranquilidad a sus clientes El presidente de Iparlat también envió un mensaje tranquilizador a su clientes, entre ellos el grupo Mercadona, al que la firma guipuzcoana vende casi tres cuartos de su producción para su posterior distribución por el resto del Estado. Kaiku, en la que hasta 2009 Iparlat tenía una participación del 18,58% que luego vendió, también es otro importante cliente de Iparlat.
Esnelat se dedica al envasado en tetrabricks de leche, batidos, caldo y nata. El incendio se produjo, al parecer y por causas que se están investigando, en los pabellones en los que se almacenaban bobinas de plástico y material para embalar.
El balance no es nada halagüeño. Aunque se han podido salvar gran parte de las máquinas envasadoras, los principales destrozos se produjeron en el techo de la fábrica -hundido en su mayoría-, las tuberías y buena parte del cableado, que era uno de los aspectos que más preocupaba. Pero principalmente ardió materia prima, es decir, las bobinas con las que se elaboran los envases.
También se quemaron las instalaciones de la empresa SDA (Sociedad Distribuidora Alimentaria), participada por Iparlat y que cuenta con una delegación comercial dentro de la planta de Esnelat. El incendio destrozó su cámara frigorífica con capacidad de 4.280 metros cúbicos -la más grande de SDA, que tiene otras en Bilbao, Pamplona, Vitoria, Renedo de Piélagos, Oyón, Burgos y Zaragoza-. La cámara contenía productos lácteos que desde Urnieta se distribuyen por todo Gipuzkoa, abarcando grandes cadenas de alimentación, hostelería, pastelería, etc.
Pese a las palabras tranquilizadoras de Arbide en cuanto a la mantenimiento del empleo, la pregunta entre los empleados era evidente: ¿Qué va a pasar con la plantilla durante el mes que esté cerrada la fábrica? El comité de empresa, recién conformado tras las elecciones que han tenido lugar este mismo mes, se reunió con la dirección a las 12.30 horas, donde Esnelat les confirmó que va a plantear un ERE temporal sin definir aún y que, probablemente, afecte a toda la plantilla. El Expediente de Regulación de Empleo tendría una duración de dos meses, con posibilidad de que se extinga antes, en cuanto se restablezca la capacidad productiva.
Según fuentes sindicales, la empresa no descarta la posibilidad de, en dicho periodo, "tirar de sus trabajadores para labores de limpieza". En todo caso, el comité transmitió a la dirección la voluntad de la plantilla de que "cuenten con nosotros para lo que haga falta" y que "si desvían producciones para otras plantas, que cuenten con el personal de Urnieta".
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