Una pasarela de madera zigzagueante permite ya salvar al desnivel entre Santo Tomas Lizeoa y la Facultad de Derecho.
Durante décadas, el alumnado del Lizeo ha bajado por el comúnmente denominado “atajo” para evitar toda la cuesta y llegar hasta la Avenida de Tolosa.
Décadas de caídas
Caídas en el barro, risas de las y los compañeros acompañando los resbalones... Si aquel camino, con casi medio siglo de historia, hablara, contaría historias muy diversas de muchas personas que son ya amonas y aitonas.
El “atajo” ha pasado a la historia, y todas las personas que decidan bajar por la nueva pasarela evitarán riesgos de caídas y, a buen seguro, llegarán con sus zapatos mucho más limpios a casa.
Un camino elegante entre árboles y vegetación que se ha hecho esperar pero que se ha acogido con ilusión