Las familias de unos 80 niños, de entre 2 y 5 años de edad, de Biteri Zuhaizti Eskola de Donostia denuncian que los menores convivirán con ruido, polvo y andamios este curso como consecuencia del inicio de las obras que se están acometiendo en la fachada del edificio.
En una nota, la asociación Biteriko Familiak ha expresado una "profunda preocupación" respecto a la "salud, seguridad, bienestar y respeto de los derechos" de sus hijos. Según ha concretado, las obras implican "golpear la fachada para comprobar el estado actual de las baldosas, instalar andamiajes y contenedores que no cuentan con un perímetro de seguridad" o la generación de residuos que "pueden afectar gravemente" a la salud de los pequeños, entre otras cosas.
Todo ello, a juicio de las familias, supone una "grave vulneración del derecho fundamental" de los niños a recibir una educación "en condiciones de seguridad y salubridad". En este sentido, han argumentado que la falta de medidas "adecuadas" de seguridad y la exposición a ruidos, polvo y otros riesgos asociados a las obras "no solo comprometen la salud y el bienestar de los niños, sino que también contravienen el marco normativo que protege sus derechos".
En esa misma línea, han asegurado que no van a permitir "que jueguen con la salud" de sus hijos y han matizado que el cumplimiento de las normativas "no es una opción sino una obligación", ya que creen que el centro escolar y el consistorio tienen que "garantizar un entorno saludable y seguro en el que nuestros hijos puedan desarrollarse adecuadamente".
Reuniones con el Ayuntamiento
Representantes de la asociación de familias ya han explorado la vía de diálogo con el Ayuntamiento donostiarra y con el Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Según han dicho, en la primera reunión con el Consistorio -en la que también estuvieron presentes representantes de Zuhaizti Eskola Publikoa- se solicitó la paralización de los trabajos hasta el verano de 2025.
Sin embargo, "los representantes municipales aseguraron que la obra no se puede parar ni aplazar, ya que si no se cumplen los plazos estipulados, se perdería la subvención del Gobierno Vasco, siendo esta, en un 40% sufragada por el ente donostiarra y en un 60% por Lakua", han explicado las familias, quienes también han señalado que este fue "el principal argumento" que se utilizó durante toda la reunión.
En esta línea, la asociación también ha señalado que en ese encuentro los representantes municipales también aseguraron que "ya se han pedido todas las prórrogas posibles" para las obras. Inicialmente, estaban previstas para ser iniciadas en verano. No obstante, aludiendo al "retraso habitual de las licitaciones", se han iniciado en pleno curso escolar.
Además, las familias han asegurado que llevan "más de dos semanas solicitando al Consistorio información detallada de dicha subvención sin obtener respuesta ni acceso a la misma". Por todo ello, denuncian la "total falta de transparencia en todo el proceso".
Ante esta situación, las familias han denunciado que "no se pueden priorizar los argumentos económicos" frente a la "seguridad, bienestar y salud" de sus hijos. Así, piensan que "estas obras se podían haber cometido en las vacaciones escolares de verano" con el objetivo de no alterar el curso escolar.