El pasado año en las redes de saneamiento de Donostia se recogieron 658 toneladas de residuos, a las que hay que sumar las 1.728 toneladas recogidas por Aguas del Añarbe en sus colectores y en la depuradora de Loiola.

Según ha recordado el concejal de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento de Donostia, Carlos García, el 12% de estos residuos son “elementos que nunca se deberían arrojar por el retrete, entre ellos las toallitas higiénicas”, que en 2017 generaron un tapón de importantes dimensiones, 43 toneladas, en la red de saneamiento donostiarra.

De ahí que el Ayuntamiento, junto a Aguas del Añarbe y la Fundación Cristina Enea, hayan decidido poner en marcha una campaña bajo el lema La mano misteriosa, que ha sido presentada hoy y cuyo objetivo es sensibilizar y “recordar a la población que el retrete no debe ser utilizado como si fuese un cubo de basura”.

Y es que, según han destacado García y el presidente de Aguas del Añarbe, el edil del PNV Martin Ibabe, resulta difícil encontrar personas que admitan que tiran toallitas al inodoro, cuando “todos los años nos encontramos toneladas de ellas en nuestra red”.

Graves consecuencias

La campaña hace uso del humor para hacer llegar un mensaje claro, los problemas y graves consecuencias que conlleva tirar toallitas y otros elementos al retrete, “produciendo atascos en nuestros hogares y en las tuberías bajantes vecinales, así como averías e importantes daños en las infraestructuras públicas”.

Mantener un sistema de saneamiento en buenas condiciones es fundamental, ha abundado Ibabe, a todos los niveles, desde el medioambiental al de salud. El presidente del Añarbe ha incidido en la idoneidad del desarrollo de este tipo de campaña tras “la desgracia que ha asolado a Valencia”, que evidencia la necesidad de mantener la red en condiciones óptimas.

En otro orden de cosas, en el terreno económico, Ibabe ha recordado que la gestión de estos residuos “supone un importante impacto económico, que se traduce en aproximadamente un sobrecoste de cinco euros por persona y año destinado al mantenimiento de la red de colectores y al tratamiento y depuración de las aguas residuales de la EDAR de Loiola”, a donde llegan residuos que nunca deberían tirarse al inodoro, como medicamentos, colillas, pañales o preservativos.

La campaña, ha explicado García, se desarrollará durante toda la semana en las marquesinas y las pantallas de Dbus, la Estación del Norte y el Apeadero de Gros, difundiéndose en distintos medios y redes sociales.