La plantilla de los parkings que gestiona Telpark en Donostia se ha concentrado hoy en en el Boulevard en demanda de una mayor seguridad en estas instalaciones, sobre todo por las noches, y para reclamar la incorporación de vigilancia ante un sistema de cámaras que consideran ineficaz.
Según ha apuntado el delegado sindical de ELA, Fernando Corral, lo que el personal reivindica es “ante todo seguridad en los aparcamientos” que carecen “de personal” dedicado a este cometido.
“La seguridad que se obtiene por la cámaras de videovigilancia está claro que no sirve para prevenir ningún tipo de delito ni nos protege a los trabajadores ante agresiones o episodios similares”, ha añadido Corral.
Lo que reclama este colectivo es que “la empresa cumpla los pliegos del Ayuntamiento y que el Ayuntamiento le obligue a cumplirlos para que se dote a los aparcamientos con personal de seguridad, como había antes de que Telpark se hiciese cargo de los aparcamientos”.
La plantilla, ha informado ELA, ya se ha reunido con el Ayuntamiento aunque, ha lamentado, “el Consistorio no ha requerido a la empresa subcontratada cambio alguno”.
La necesidad de mayor seguridad ha quedó en evidencia después de las dos agresiones sexuales denunciadas en poco tiempo y ocurridas en los aparcamientos de Easo y Plaza de Cataluña aunque, destaca Corral, las agresiones, robos y otros episodios delictivos ocurren con cierta frecuencia.
“Hemos vivido agresiones por parte de usuarios, robos y vandalismo de todo tipo. En el último verano un compañero nuestro estuvo a punto de sufrir una agresión grave y tuvo que refugiarse en otro aparcamiento que tenía personal de noche”, ha añadido el portavoz sindical.
Situaciones diferentes
La situación de los aparcamientos, dependiendo de la empresa que los gestiona, es diferente. Según ha apuntado Corral, hay parkings que disponen de personal de seguridad pero que, además, “tienen más trabajadores en los aparcamientos, lo que ayuda a que haya menos problemas”.
Telpark gestiona Donostia los aparcamientos de Easo, Plaza Cataluña, Atotxa, Boulevard, Okendo y La Concha. En los parkings, ha explicado Corral, trabajan 23 personas, que “tenemos que cubrir, donde hay servicio de noche, los tres turnos”. “Usualmente hay una persona por turno para todo un parking, y cuando hay una persona de baja no se le cubre y una persona se ocupa de más de un parking”, ha denunciado.
Corral ha explicado que en septiembre del pasado año mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento, sin lograr respuesta alguna. “Nos hemos vuelto a poner en contacto por escrito, también sin respuesta”, han criticado.
La empresa alega motivos económicos
La empresa, por su parte, “dice que la seguridad cuesta dinero y que si pone seguridad sobramos trabajadores”.
La situación, la reclamación de seguridad, se lleva realizando desde 2011, cuando Telpark tomó las riendas de los aparcamientos antes citados.
Los problemas se dan, principalmente, de noche, “de día hay más movimiento y hay menos episodios de este tipo”.
Corral ha admitido que, además, las personas que disponen de plazas para residentes, “que normalmente están situadas en la planta más baja”, “tienen miedo”. “Nos dicen que vienen acompañados o que no se atreven a bajar a según qué horas”, ha subrayado.
Cámaras ineficaces
Son los propios trabajadores los que dan el aviso a la policía cuando se comete algún delito o se da algún incidente en los parkings porque, ha declarado Corral, “las cámaras solo están para grabar, nadie las mira. Si estoy yo en la cabina las miro, pero el personal del centro de control no mira las cámaras, porque hay 180 aparcamientos en España de esta empresa y en el centro de control hay cuatro o cinco personas, que están para atender las llamadas de interfonía de los cajeros de los aparcamientos y ese tipo de problemas”.
“Nos ha llegado a ocurrir que han entrado en una cabina nuestra, salta la alarma y no se entera nadie hasta el día siguiente, cuando llega el encargado y lo ve. Aunque se supone que cuando salta la alarma alguien tiene que responder”, ha concluido.
La plantilla de Telpark, además, ha denunciado la precariedad laboral que viene sufriendo y el incumplimiento por parte de la empresa de las condiciones “para garantizar la salud y seguridad tanto de la plantilla como de las personas usuarias”.
Según ha denunciado ELA, la empresa alega “motivos económicos” para no implementar las mejoras que reclaman, pese “el enorme incremento de las tarifas, del 23%”.