La fotografía de una ciudad incluye muchos elementos incrustados en su día a día, que son ya parte de su esencia. Entre éstos se hallan los tradicionales quioscos de venta de cupones de la ONCE.
La Junta de Gobierno local ha aprobado esta misma semana la retirada de tres de estas instalaciones en distintos puntos de la ciudad: el de la calle Virgen del Carmen, en Egia; el situado a la altura del número 64 de la calle Urbieta y el del número 2 de la calle Matia, en El Antiguo.
Los quioscos se retiran a petición de la ONCE y su retirada responde a la demanda del mercado, según ha explicado a NOTICIASDEGIPUZKOA la directora de este organismo en Donostia, Andrea Parte.
Que nadie se preocupe. Los quioscos de la ONCE no se van, como lo han hecho las cabinas de teléfonos, porque siguen cumpliendo el fin para el que se colocaron hace ya muchas décadas. “No sabemos a ciencia cierta cuándo se puso el primer quiosco en Donostia, pero sería al poco de iniciarse nuestra andadura, hace ya 85 años”.
De hecho, de momento, los tres quioscos cuya retirada se ha aprobado son los únicos que se prevé que desaparezcan.
Por contra, es muy posible que quienes paseen por Donostia se encuentren, a futuro, con nuevos quioscos. “Nos fijamos en los flujos de público y se instalan allí por donde anda más gente y con el tiempo esos flujos cambian, de ahí que quitemos unos quioscos y pongamos otros”, explica Parte.
“Se hace una prospección de mercado y se apuesta por nuevas zonas comerciales”, añade Parte. “Son estudios que hacemos constantemente, mirando los movimientos de las ciudades, analizando el potencial de los nuevos barrios, etc.”, puntualiza.
Distintos modelos
En la actualidad hay repartidos por distintos puntos de Donostia en torno a 40 quioscos y son 49 las personas que trabajan vendiendo cupones, 140 en el conjunto de Gipuzkoa y más de 500 en Euskadi.
Si se observan, se puede comprobar que no todos estos templetes son del mismo modelo. Los hay del modelo Bilbao, Nervión, Manzanares, Sevilla... Los hay blancos, verdes o metalizados e, incluso, con formas diferentes.
“Siempre se han analizado las necesidades y la estética de la ciudad, la anchura de las aceras y otros factores", añade la directora de la ONCE en Donostia.
Un aviso para quienes quieran inmortalizar el quiosco de su barrio: la ONCE apuesta por ir colocando paulatinamente el nuevo modelo, el Zedis, que resulta más cómodo y accesible tanto para los trabajadores y trabajadoras como para el público.
Los más observadores ya los habrán fichado en distintos lugares de la ciudad, como en Isabel II, en la calle Urbieta junto al mercado de San Martin, en el Boulevard...
Este modelo, explica Parte, está pensado para que pueda ser utilizado con mayor comodidad por trabajadores con silla de ruedas o con perro guía.
Además, tiene una ventanilla lateral a una altura más baja para que las personas que acudan a comprar un cupón en silla de ruedas lo hagan con mayor facilidad.
Se ha cuidado también que los materiales sean más duraderos, algo de especial importancia en ciudades como Donostia, donde la lluvia es frecuente y el salitre deteriora ciertos elementos.
Es también “más eficiente a nivel energético”, con el uso de luces led.
Pero, además de los quioscos, existe otro tipo de puntos de venta, unos a modo de stand, como el que existe en el centro comercial Garbera, o la venta en bares u otros establecimientos.
“Todos los vendedores tienen un punto de venta y algunos tienen un área de influencia. A veces comercios y bares de la zona colaboran con los vendedores. Es una relación de confianza”, explica.
¿Quién vende estos cupones? Personas que tengan un grado de discapacidad, que no tiene porqué ser visual, superior al 33%. La formación corre a cargo de la ONCE, que forma a los trabajadores en el uso de las terminales y otros aspectos de interés. “Hacen también prácticas con vendedores veteranos”, destaca Parte.