Numerosos donostiarras conocieron en la tarde de este viernes la Casa Consistorial y lo hicieron paseándose por ella “como Pedro por su casa”, no en vano el histórico edificio es la sede de la institución en la que se toman numerosas decisiones que les afectan.

En esta cuarta edición de las jornadas de puertas abiertas del antiguo casino, abierto en 1887 y transformado en Ayuntamiento en 1917, tuvieron lugar dos visitas guiadas por la tarde, una en euskera y otra en castellano, que se llenaron con particulares y familias, deseosas de conocer los entresijos de la que es también su casa. 

Estos sábado y domingo habrá sesiones en euskera y castellano, tanto por la mañana como por la tarde, guiadas por la empresa especializada Go Local. Además, las puertas abiertas permitirán a cualquiera conocer los salones y estancias, sin necesidad de asistir a la visita.

Las jornadas de puertas abiertas del Consistorio donostiarra se celebraron por primera vez en 2016, con motivo de la Capitalidad Cultural Europea, y posteriormente en 2017, con motivo de los 70 años del traslado del Ayuntamiento al edificio construido para casino hace 137 años. Posteriormente, hubo un parón en la actividad y se retomó el pasado 2023, para repetirse en este 2024. El atractivo de la iniciativa se traduce en que las 250 plazas de visitas guiadas en las tres jornadas están prácticamente llenas, con algunas plazas el domingo en euskera, y muchos asistentes también por libre.

Salones

Los asistentes pudieron conocer el salón de plenos, la sala de la Junta de Gobierno, el salón de recepciones, el salón de los espejos, el hall de Alcaldía, presidido por el cuadro 'Perrita al agua', así como los pasillos de la planta noble, la escalinata y los privilegiados balcones que dan a la bahía, donde los selfies se repitieron.

Los visitantes escucharon con atención las detalladas explicaciones y contemplado las vidrieras, paredes de madera y estucados que decoran las estancias históricas. La moderna sala de prensa también pudo ser conocida.

Los responsables de la organización de las visitas han añadido algunos detalles, como obsequios llegados al Consistorio colocados en las vitrinas, e, incluso, dos maniquíes, uno de ellos vestido de guardia municipal de gala y otro de macero.