El Ayuntamiento de Donostia está valorando en la actualidad la posibilidad de volver a entregar viñetas de OTA a los conductores de las zonas de residentes, una posibilidad que dio a conocer ayer el alcalde, Eneko Goia, en la red social X.

Desde que se dejaron de entregar las viñetas físicas de OTA, ya que los controladores pueden conocer con sus aparatos si los vehículos son residentes en cada zona, ha habido quejas vecinales por este motivo. Según distintos ciudadanos residentes en barrios con OTA, es imposible para ellos detectar los coches que no tiene derecho a estacionar en las zonas específicas para residentes, por lo que no pueden avisar a la Guardia Municipal para que sancione o retire los vehículos.

En mayo del pasado año, cuando la OTA se implantó en Loiola y distintas zonas de Aiete, el Ayuntamiento dejó de dar a los nuevos residentes en estas áreas la tradicional viñeta OTA adhesiva para pegar en el parabrisas. El ahorro económico y la facilidad técnica para que los controladores revisen los coches llevó al departamento de Movilidad a tomar una determinación que ahora podría cambiar.

Entonces, la idea era que las viñetas adhesivas fuesen desapareciendo paulatinamente, ya que se consideraban innecesarias.

Donostia cuenta en la actualidad con 16.753 plazas reguladas de OTA, un 7% más que antes de la última ampliación. En el barrio de Loiola se añadieron 875 plazas, mientras que en Melodi y alrededores fueron 200 y en la zona del paseo de Hériz, otras 37.

También se colocaron otras doce máquinas de OTA en Loiola y tres en Melodi. En total, en toda la ciudad hay ahora 363 postes, en los que se puede pagar en metálico o con tarjeta. Además, la aplicación ElParking permite abonar el estacionamiento con el móvil.

Por otra parte, el Ayuntamiento estudia fórmulas para conseguir que las zonas costeras no se llenen de autocaravanas que resten espacio a los residentes y, a la vez, no resulten perjudicados los demás donostiarras. El pasado año se reservaron las zonas costeras a los residentes para evitar las autocaravanas, pero las quejas llegaron de los demás vecinos, que ya no pudieron aparcar de noche en estas zonas reguladas.