El Día de San Sebastián, la fiesta entre las fiestas de Donostia, ha dejado tras de sí cifras de récord. La participación ha superado cualquier vaticinio, las calles se han quedado pequeñas.

La cara B de esta fiesta son las 11 toneladas de basura recogidas en lo que el concejal de Mantenimiento Urbano, Carlos García, definió como el “epicentro festivo”: la Parte Vieja y el Centro, de donde se retiraron un total de once toneladas de residuos: cerca de seis, el día 20, y rondando los cinco, el día 21.

Al coincidir la celebración de la fiesta con un fin de semana, la afluencia de personas a los enclaves más atractivos para la ocasión ha sido muy notable, de ahí que la recogida de residuos haya aumentado un 52% respecto al pasado año. 

La masiva afluencia de público y el horario especial con el que funcionó la hostelería, que se llegó a prolongar hasta las 8.00 horas de la mañana, dificultaron las labores de limpieza de calles y plazas, dado que a los operarios les resultó prácticamente imposible acceder con la maquinaria necesaria a determinados puntos de la ciudad. En consecuencia, la limpieza de las vías se retrasó respecto a otros días.

A estas cifras habría que sumar las correspondientes a los distintos barrios donostiarras aunque, salvo excepciones, en la mayor parte de los casos las diferencias sobre una jornada normal no han sido subrayables.

Un total de 25 personas, el día 20, y 21 más, al siguiente, trabajaron para que la ciudad recuperara su aspecto habitual tras retirar los residuos, barrer, manguear y baldear las calles.

En su lista de tareas se hallaba incluso la de acompañar a las compañías de la Tamborrada Infantil que llevaban animales, con el fin de recoger sus excrementos.

En lo que la flota motorizada se refiere, se hizo uso de una docena de vehículos.