Los sones de la Marcha de San Sebastián, acompañados por la tamborrada de Gaztelubide, pusieron esta pasada medianoche los pelos de punta de nuevo, en un Día de San Sebastián, que arrancó frío y muy apretado tanto en la plaza de la Constitución como en el tablado. Pero el calor humano encendió la fiesta.

El alcalde, Eneko Goia, izó la bandera de la ciudad en los primeros momentos de la Marcha y dio así permiso para disfrutar de 24 horas de alegría y buen humor, aunque la muchedumbre que ocupaba la plaza ya estaba más que lista para la fiesta. Tras él, los invitados de la antigua casa consistorial salían a los balcones y usaban sus móviles para guardar un recuerdo de la explosión de la Izada de 2024.

En la ceremonia, también se izó la ikurriña, un honor que correspondió a la presidenta de la Asociación Artística de Gipuzkoa, Sofia Arostegi, por los 75 años de la entidad.

En el tablado, que ocupaba casi un tercio de la plaza, tambores y barriles de Gaztelubide interpretaron todas las melodías de Sarriegi, con seriedad y buen humor, como es tradicional. La nueva Aguadora Mayor, Marta Aldanondo, se unió al Tambor Mayor, José Ramón Mendizabal, y al Cabo de Barriles, Joseba Garmendia, en la dirección del acto.

Mientras la tamborrada encargada de interpretar las primeras músicas del Día de San Sebastián ejecutaba su trabajo, los dantzaris de Kresala bailaban las distintas canciones y la multitud las cantaba a voz en grito y brincando, cumpliendo así con la necesaria dosis de música y baile del gran día de Donostia.

Cuadrillas de jóvenes, tanto donostiarras como llegados de otras localidades, inundaron el cogollo de la Parte Vieja. Forrados de ropa de abrigo, con pañuelos azules, globos y otros adornos, así como muchas ganas de fiesta, tocaron sus tablillas y tambores, lanzando a los cuatro vientos la alegría de sentirse donostiarra por unos momentos. La reivindicación también estuvo presente y se pudieron leer, por ejemplo, letras formando “SOS Gaza”, un lema que las avalanchas deshicieron.

También el frío se derritió gracias a los bailes y movimientos, que llevaron de un lado a otro a los grupos juveniles, que no quisieron perderse ni un segundo de un arranque de la fiesta. El repertorio compuesto por la Marcha de San Sebastián, Diana, Caballería de Gallos, Polka, Caballería de Viejas, Retreta, Ataque de Herriko Shemes e Iriyarena fue interpretado en su totalidad antes de repetir de nuevo la Marcha. Entonces, se dio por finalizado el acto y la tamborrada de Gaztelubide bajó del tablado, aunque quedaba aún el día entero para disfrutar.