El Plan Especial para construir 248 nuevas viviendas en Añorga Txiki, en el ámbito conocido como Añorgako Geltokia, ocupado por pabellones industriales en desuso, volverá a activarse este martes con la aprobación provisional del documento por parte de la Junta de Gobierno.

Hace dos años se desarrollaron protestas vecinales que aludían a la “masificación” y problemas de movilidad, aparcamiento y esparcimiento” en la zona si se construían los nuevos pisos. También hubo quienes criticaron el posible cambio de perfil lingüístico del barrio, de los que mayor índice de uso del euskera presenta en Donostia.

Finalmente, el Gobierno municipal optó por congelar la tramitación del plan urbanístico, que ordena 156 pisos de precio libre, 46 de protección social y 46 tasadas. Todos los grupos políticos aprobaron en el Pleno una moción de EH Bildu y Elkarrekin Donostia para que la tramitación se paralizase hasta finalizar un proceso participativo que no se había completado, según las quejas.

El documento que recibirá hoy luz verde por parte del Gobierno local cuenta con la declaración ambiental estratégica del Gobierno Vasco y ha venido acompañado de “un proceso de participación ciudadana”, según señala el dictamen que aprobarán los concejales, antes de elevar el texto al Pleno.

Además de la construcción de nuevos pisos, el plan contempla la creación de una nueva plaza, la ampliación de la ikastola y la recuperación de unos 195 metros de la regata de Añorga, que está ahora soterrada, y discurre de modo paralelo al trazado de Euskotren.

A pesar del rechazo a las alegaciones presentadas por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y distintos colectivos vecinales como Gorgain Amassorrain Guraso Elkartea, Añorgatxikitarrak Auzo Elkartea y un grupo de 186 vecinos, el documento en tramitación acepta algunas de las reclamaciones vecinales relacionadas con las aceras, arbolado, aparcamientos en batería, ampliación de la rotonda y el nuevo equipamiento comercial previsto en la planta baja de las edificaciones.

En marzo del pasado año, la promotora encargada de las obras derribó el edificio de la antigua fábrica Firestone, lo que supuso un primer paso en las demoliciones para hacer sitio a las viviendas.

Algunos edificios antiguos de la zona se mantendrán como, por ejemplo, los denominados Atotxaerreka y Narcisaenea, situados en la avenida de Añorga.

Por otra parte, el Ayuntamiento barajó en su momento estudiar la eliminación de algunos enlaces viarios de la variante en Añorga para poder unir este barrio con el Infierno con nuevas viviendas, creando un nuevo tramo de ciudad.