El Ayuntamiento de Donostia ha informado de que un yate de recreo de 14 metros ha comenzado a hundirse esta madrugada en La Concha. Según han señalado fuentes municipales, los bomberos han recibido un aviso a las 5.40 horas de uno de los barcos fondeados en la bahía se estaba hundiendo. Ha sido el botero que hace labores de vigilancia el que se ha percatado de que algo ocurría y ha avisado a Salvamento Marítimo que, a su vez, ha alertado a los bomberos.
Tras conocerse el suceso, se ha desplegado un importante despliegue en aguas de la bahía, adonde se han desplazado la embarcación de rescate Salvamar Orión, así como efectivos de los bomberos, del servicio de emergencias SOS-Deiak y embarcaciones del Club Náutico de la capital guipuzcoana.
La embarcación de fibra de vidrio tenía una vía de agua, lo que ha hecho que poco a poco se fuera hundiendo en las aguas de la Concha. "El yate estaba cerrado y no había nadie en su interior. Los bomberos han acudido con bombas para tratar de achicar el agua, pero han visto que no podía hacer nada, y junto a Salvamento Marítimo han amarrado el barco a unas boyas para que no se hunda del todo", han señalado las mismas fuentes.
Según ha podido saber este periódico, se trata del Ipar Haize, un yate que había sido reparado y pintado hace poco.
Reflote complejo
Una vez conseguido que la embarcación no se hundiera del todo, hacia el mediodía han comenzado las tareas de reflote de la embarcación, que todavía no han concluido. De hecho, no está resultando una tarea sencilla. Por el momento, se están utilizando para esta labor cuatro globos de sustentación y dos motobombas, aunque está previsto que la Guardia Civil aporte otra motobomba más ante la dificultad de la tarea.
Una vez se consiga sacar la embarcación a la superficie, un remolcador se encargará de trasladarla hasta el puerto de Hondarribia, donde será reparada.
Por el momento, el Ayuntamiento de Donostia ha pedido precaución a la hora de bañarse en La Concha, donde ha colocado la bandera roja, debido a que el siniestro ha provocado una fuga de combustible que, aunque no ha alcanzado la zona de baño, sí que se percibe en el ambiente debido al fuerte olor que desprende. Por su parte, en la playa de Ondarreta ondea la bandera amarilla por la misma razón.
