El arquitecto donostiarra Miguel Garai, nacido en 1936, falleció el pasado miércoles en la ciudad que le vio nacer a los 86 años de edad, tras una intensa vida de trabajo, docencia e investigación. Fue uno de los impulsores de la Escuela Técnica de Arquitectura de Donostia, cuyo edificio fue proyectado por él. También participó en el diseño de la reconocida ikastola Txingudi de Irun y fue profesor de diseño en la Escuela de Arquitectura.

Garai, que siempre se interesó también por la teoría además de la técnica, se formó en Barcelona y, a su vuelta, trabajó en el estudio de Luis Peña Ganchegui y, más tarde, con José Ignacio Linazasoro. Estuvo muy ligado a los movimientos culturales vascos y colaboró en numerosos proyectos populares.

Participó en la Trienal de Milán de 1979 y en la exposición Arquitectura Racional de Barcelona en 1980. Se le considera uno de los grandes exponentes vascos del estilo surgido en Italia con la denominación de Tendenza.

El ladrillo, el arco de medio punto y los soportales fueron algunos de los elementos de la arquitectura popular que propuso para la creación de viviendas, alejándose así del formalismo de lo que se consideraba moderno. Su trabajo como arquitecto se plasmó en unos 60 proyectos, la mitad de los cuales, aproximadamente, se convirtieron en realidad.

Garai se adentró también en otros campos de investigación. Así, en 2014 publicó el libro Letras/Hizkiak, una interpretación del mundo. Hipótesis desde el euskara y el espacio, en el que trató de rescatar el sentido original de los sonidos del lenguaje. El libro surgió a raíz de su tesis doctoral, Arquitectura y límites, cuando se dio cuenta de “que los sonidos del euskera estaban muy unidos al espacio”, según explicó a este periódico.