La Junta de Gobierno dio ayer su visto bueno definitivo al reglamento del Consejo Asesor de Patrimonio, un organismo que pretende aconsejar al Ayuntamiento en las decisiones sobre las construcciones antiguas. El alcalde, Eneko Goia, manifestó que con la aprobación de la normativa “el Ayuntamiento cumple su compromiso de habilitar un órgano asesor que estará integrado por expertos.

El consejo estará presidido por el concejal de Urbanismo y contará con el director del departamento municipal, un arquitecto responsable del Plan Especial de Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc), otro con la misma especialidad dentro de la Diputación, cuatro expertos elegidos por la presidencia del consejo (dos propuestos por la Escuela de Arquitectura y otros dos por el Colegio de Arquitectos) y un experto designado entre las asociaciones de defensa del patrimonio.

Preguntado sobre la representación de estas asociaciones, Goia señaló que “deberán ponerse de acuerdo entre ellas” para elegir a un representante y añadió que “nadie tenemos el patrimonio exclusivo de la defensa del patrimonio construido”.

Una de estas entidades, Áncora, ha criticado repetidamente la escasa presencia de asociaciones en el consejo. Días atrás, además, se mostró contraria a la licencia de derribo otorgada para el edificio de la esquina Iñigo-Aldamar, del siglo XIX, que, a su juicio, debería haberse incorporado al Peppuc. “No se entiende que se haya querido introducir una salvedad aquí”, dice.