La Asunción mira a Europa desde el alto de Miracruz de Donostia. Mira y trabaja por llevar Europa a sus aulas y también fuera de las mismas, ya que tanto los estudiantes como el profesorado toman horas prestadas fuera del programa lectivo para profundizar e impulsar las propuestas vinculadas a su papel de Escuelas Embajadoras del Parlamento Europeo (EPAS).

Y es que el alumnado de este centro donostiarra, con un profesorado muy activo e involucrado, se halla inmerso en el desarrollo del programa educativo que tiene por objeto “estimular el conocimiento de Europa y de la democracia parlamentaria europea entre los jóvenes, proporcionándoles un conocimiento activo de la Unión Europea y del Parlamento Europeo en particular”.

Alumnas y alumnos de 4º de la ESO y 1º y 2º de Bachiller, de este último curso un grupo más pequeño, participan con entusiasmo en una iniciativa a la que se han apuntado de forma voluntaria.

Esther Castiñeira es la docente que lleva las riendas de una propuesta en la que, entre otros, también participan Erik Carrero y Onintza Mokoroa como embajadores senior (son seis en total) y 60 alumnos y alumnas en el mismo papel, pero en la categoría junior.

Todo esta iniciativa que les tiene tan ocupados surgió después de que en el centro se recibiera un correo electrónico del Parlamento Europeo. a través de su sede en Madrid, invitándoles a ser un EPAS. “No sabíamos muy bien lo que era y comenzamos a salsear y observamos que La Asunción era una muy adecuada para participar, porque trabajamos muchos de los temas que se profundizan en materia de democracia o convivencia”, explica Esther Castiñeira.

En torno a 23 nacionalidades y 17 idiomas “que se hablan en las familias”, conviven en el centro donostiarra, único que ha sido elegido EPAS en Gipuzkoa. “Esto es un valor para nuestro centro” añade Castiñeira.

“Este es un programa para poner en valor el centro pero, sobre todo, para que el alumnado participe y disfrute”, abunda la docente. De partida, es más que destacable que sea el único centro de Gipuzkoa y uno de los seis que en Euskadi han sido seleccionados para tomar parte en la iniciativa que, además de promover el conocimiento, facilita el camino para que el alumnado participe en acciones de intercambio con otros centros o en viajes relacionados de forma directa, subvencionados por la UE, con esta iniciativa europea.

Además de “disfrutar” con el alumnado, tomar parte en esta propuesta, apunta Onintza Mokoroa, posibilita brindarles “nuevas oportunidades”.

Una vez inscrita su candidatura “muy a última hora”, incluyendo los proyectos que el centro había desarrollado en la línea de lo que se trabaja en Europa, recibieron la respuesta positiva ya cuando el alumnado se hallaba de vacaciones. “Nos tomó por sorpresa estar entre las 117 EPAS del Estado (existe una lista de espera de 400 centros)”, explican. El siguiente paso fue acudir a una formación en Madrid, en la que tomó participó Castiñeira como coordinadora del proyecto. “Allí fui consciente de lo grande que era el proyecto y lo plural de los centros”, reconoce.

Con las pilas cargadas y doblemente motivada, Castiñeira volvió al centro, sabiendo que contaba con el apoyo de las MEPAS, escuelas mentoras que deciden adoptar este papel tras tres años de trabajo.

“Queremos transmitir a nuestros alumnos esa apertura de mente” y “que sepan cómo funciona el Parlamento Europeo trabajando desde distintas asignaturas”, explican.

“El primer paso consistió en la elección de los embajadores junior, que tienen que estar dispuestos a trabajar incluso fuera del horario lectivo. La respuesta ha sido increíble”, añade Erik Carrero.

Uno de los primeros pasos fue la realización del 'info point', o punto de información ubicado en el acceso al centro y que el alumnado va modificando y actualizando con información renovada, incluidos códigos QR.

El punto de información en el acceso al centro Ruben Plaza

Todo se encuadra en la idea de “trabajar” desde distintas asignaturas en “la importancia de ser europeos” y conocer lo que sucede en el entorno.

Si hay algo que las y los jóvenes participantes en la iniciativa agradecen especialmente es “sentirse escuchados por las autoridades”. Ya se reunieron con el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y la concejala de Barrios, María Jesús Idoeta, algo que valoraron de forma muy positiva. “Fue muy emocionante que prestaran tanto interés”, añade Castiñeira. Ahora, con la ayuda de los docentes, esperan poder lograr ser atendidos por más representantes políticos.

Nuevas experiencias

Más allá de profundizar en el conocimiento de la realidad de Europa, ser embajadores posibilita “que vivan otras experiencias, conozcan otras realidades, que compartan sus conocimientos con otros centros. Esto suma”, destaca Erik Carrero.

“Es alucinante los pasos que hemos dado en este trimestre”, destaca Castiñeira. Y el resto de los docentes lo corroboran. Las palabras de Mokoroa lo evidencian: “El alumnado nos da lecciones . Les propones un proyecto y se entregan a ello”. 

“A nivel europeo hay tantas oportunidades que cada día nos queremos meter en una salsa nueva”, quiere destacar Castiñeira.

Por delante, muchas cosas. Los docentes se siguen formando e informando para poder poner en las manos del alumnado más y más oportunidades.

El siguiente paso es “crear un Erasmus Plus propio”, objetivo a lograr para febrero. Aunque el Erasmus tiene distintos niveles, el que quieren alcanzar en La Asunción permitiría “la movilidad de alumnado o alumnado y profesorado a otro país. Solicitar un programa europeo para poder ir a formarse, en profesorado, o propiciar la movilidad del alumnado para que vean cómo se trabajan los temas en otros lugares”.

Todo esta compleja e ilusionante tarea comienza a plantearse en cierto modo desde los niveles más tempranos de la educación. Onintza Mokoroa, docente de Infantil y Primaria. funciona “como enlace, porque es importante que los alumnos más pequeños sepan lo que hacen los mayores.”. 

Si la suerte acompaña. como les ha ocurrido a otros centros, La Asunción quizá podría lograr “que desde la política se financiara algún viaje a Bruselas o Estrasburgo, donde toman la macroconciencia de lo que es Europa”, recuerda Castiñeira. Una de las opciones que existían antes de la pandemia era participar en Euro Eskolak, convocatoria que La Asunción ganó en cinco ocasiones, lo que permitió al alumnado participante viajar a Estrasburgo de manera financiada.

En la actualidad, si no es una EPAS un centro no se puede presentar a Euro Eskolak. Una ventaja añadida.