La cultura de la comida rápida se va afincando poco a poco en el Estado, más aún con la irrupción de las furgonetas ambulantes, conocidas como food trucks. En la Aste Nagusia donostiarra llevan ya unos años abriéndose paso de manera firme y en las terrazas del Kursaal se puede disfrutar de la oferta de hasta 15 furgonetas, que dan servicio hasta altas horas de la madrugada.
La venta de comida ambulante se relaciona en muchas ocasiones únicamente con las hamburguesas americanas, pero nada más lejos de la realidad. Estos días se pueden degustar en la terraza del Kursaal platos de todo tipo. Tacos mexicanos, burritos veganos, carne vasca, pizzas italianas, paella local, comida urbana, sandwiches de toda clase, parrilla argentina, batidos naturales y, cómo no, las clásicas hamburguesas gigantes americanas. Todo eso y mucho más, y todo sobre ruedas.
La lluvia de los primeros días de la semana festiva cesó ayer y el recinto dedicado a la comida rápida de distintos países del mundo se llenó al mediodía. Lo que empezó como novedad comienza a convertirse en tradición para muchos aunque, eso sí, dependiente de la climatología. El encargado de La Rodante -denominada así porque van de lado a lado vendiendo comida- reconoce que el tiempo influye mucho en el negocio “porque la lluvia perjudica mucho”. El mismo trabajador explica que este año han repetido experiencia en Donostia puesto que el verano pasado se estrenaron y la cosa “funcionó estupendamente”. Tres años lleva viniendo ya la furgoneta de American Road & Roll, cuyo responsable afirma que es un negocio que funciona muy bien pese a que “la gente no está aún muy acostumbrada a ver food trucks por la calle”.
Otros que llevan varios años participando son los del puesto del restaurante del Kursaal, Ni Neu, que “arrasa” con su producto estrella: la paella, según dice el cocinero. Eso sí, “cuando hace bueno” porque este tipo de comida está asociada a un contexto festivo por ahora. “ Aquí no hay la misma cultura que en EEUU, donde cualquier día se come por la calle en una food truck”, añade.
En cuanto al margen de mejora, las tres empresas mencionadas coinciden en señalar de esta forma de comer va a ir a más. Desde La Rodante indican que el concepto “ya está afincado en el país”, pero que en Donostia hay pocos eventos y “se ve una vez al año”. Sin embargo, en la furgoneta de La Factoría creen que falta mucho por mejorar, “sobre todo en normativa”. Su responsable, de Tarragona, expresa su enfado por tener que pasar distintos controles y cumplir distintas normas dependiendo del lugar al que vayan: “No debería ser así, la sanidad por ejemplo, es igual en todos los sitios, por tanto el control debería ser idéntico aquí o en otro sitio”.
Las profesionales de este punto de venta aseguran que la terraza del Kursaal es un lugar ideal, pero que hay inconvenientes: “Por la noche tenemos problemas de comunicación por culpa del ruido (de la diskofesta), y además ese tipo de música no acompaña a las food trucks”.