La maquinaria se acumula en los últimos meses en las inmediaciones de la rotonda de Lazkano y Pío Baroja. Las obras para el ascensor que unirá Morlans con Aiete acometen su recta final, mientras arrancan los movimientos de tierra para el futuro ambulatorio del barrio. Dos de los proyectos más reclamados por los vecinos de la zona en los últimos años van tomando forma.

Aunque acumula retrasos, la segunda parte del ascensor lleva ya más de tres meses en funcionamiento y la maquinaria trabaja en completar la primera parte, la de la cabina inclinada que ascenderá desde Morlans hasta la rotonda de Lazkano. En principio, las previsiones apuntan a que la obra total debería estar completada antes de final de año.

También con años de retraso han visto los aietearras cómo llegan las primeras máquinas a la parcela que acogerá el futuro centro de salud, precisamente en la esquina en la que se cruzan el paseo de Aiete y Pío Baroja.

A estas dos intervenciones se sumará la del calmado del tráfico y bidegorri en la zona central de Aiete y, además, los vecinos del barrio están más que satisfechos tras comprobar que gracias al proceso de participación llevado a cabo de cara a los presupuestos del próximo año también otros proyectos verán la luz en breve: se cubrirá el Jolastoki y se trabajará en el proyecto para ampliar el carril bici, entre otras cuestiones. A las nuevas máquinas que vendrán a acometer estas obras se suman, además, las que llevan ya meses trabajando en la zona baja de Pío Baroja en los trabajos de la pasante del metro. - N.G.