donostia - Además del ruido, la asociación Parte Zaharrean Bizi denuncia que otra de las señales de alarma sobre la situación del barrio son los datos poblacionales: la Parte Vieja ha perdido un 9% de población desde el año 2004 (contaba 5.843 habitantes el año pasado), y su edad media es superior a la de la ciudad, con una tasa de envejecimiento también mayor, ya que la población de 85 años o más ha aumentado un 24,4%. De ese sobreenvejecimiento se deriva, además, la mayor tasa de feminización. El problema es que no hay posibilidad de regenerarse, según Parte Zaharrean Bizi, porque no llegan nuevas generaciones al barrio.
La situación de las viviendas también presenta problemas de accesibilidad (alrededor de la mitad no tienen ascensor) y se han encarecido. Los datos de la asociación indican que el parque de pisos es de 3.412. De ellos, 452 están potencialmente vacíos y unos 150 están registrados como pisos turísticos, según sus datos. “El destino de la vivienda es un foco principal que erosiona la cohesión social del barrio”, considera la asociación.
Añaden que no hay equipamientos para el barrio (los que hay están pensados para la ciudad y los visitantes, como el museo San Telmo). En cuanto al espacio público, Parte Zaharrean Bizi denuncia que está reducido y privatizado debido a la ocupación de las terrazas, toldos y otro material de los establecimientos que se saca a la calle.
La realidad del barrio es que hay un bar por cada 19 habitantes (hay 210 establecimientos de este tipo) y, según sus datos, el 50% de los locales están destinados al turismo y otro 25% tienen también gran vocación turística. Los bares, terrazas y la acumulación de gente local y foránea son el origen, asimismo, del ruido y la contaminación acústica registrada que ha aumentado en los últimos años, según los datos del informe encargado por la asociación de vecinos. - A.Z.