donostia - Donostia no cuenta en la actualidad con ningún parque de tirolinas, de ahí que el impulsor del proyecto de Igeldo, Adolfo Muriel, vea una oportunidad en ese sentido. Sin embargo, hace años sí se barajó esta opción, aunque en otro lugar de la ciudad.

A finales de 2007 el Gobierno municipal presidido entonces por el socialista Odón Elorza presentó un plan de revitalización del monte Ulia, que preveía actuaciones en caminos y en edificios como el del antiguo tiro pichón (Basollua) o el edificio de las antenas. Ambos fueron transformados y también se actuó en otras zonas del monte. En ese plan se incluía, además, la posibilidad de impulsar la zona de ocio infantil ubicada en la parte trasera del merendero de Basollua con la colocación de un circuito de tirolinas.

Esta posibilidad, sin embargo, no se llevó a cabo, y en esa zona se mantienen en la actualidad columpios y juegos infantiles, así como mesas y sillas para comer o merendar.

Desde entonces, en Donostia no, pero en los alrededores sí han aumentado este tipo de ofertas de ocio. En Gipuzkoa, hay un parque de tirolinas en Larraitz (Abaltzisketa), Txindokiko Itzala, y también en Lastur (Deba) se ofrecen distintas actividades de aventura.

También existen parques en lugares como Urruña, en Mendexa (Lekeitio) o Sopuerta, en Bizkaia, que se publicita como la tirolina más larga del Estado. En Navarra existen, también, Baztan Aventura Park, en las inmediaciones de Elizondo, así como Irrisarriland, en Igantzi, inaugurado en 2014. En Bertiz también se ofrecen circuitos y tirolinas por los árboles, al igual que en el parque Beigorri, en Lekunberri. Algo más lejos de Gipuzkoa, hay propuestas de aventura en Aibar y en la zona de Urbasa.

La proliferación de este tipo de ofertas en los últimos años indican que gozan de buena salud y que son atractivas, sobre todo, para jóvenes y familias. “Creo que es positivo ofrecer actividades relacionadas con la naturaleza como alternativa a los teléfonos y juegos tecnológicos”, afirma Muriel. - A.Z.