donostia - Vecinos de Martutene registraron el pasado viernes un total de 300 firmas que piden la eliminación de la gasolinera del barrio y avalan, de ese modo, el plan de los propietarios y el Ayuntamiento de Donostia para sustituir la estación de servicio por un bloque de viviendas de seis alturas. El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, explicó ayer que la desaparición de los surtidores es una reivindicación de los vecinos de la zona desde hace tiempo que justifica, junto con su proximidad a un centro escolar, el interés general para cambiar la normativa urbanística y promover un uso residencial en la parcela.

Tal y como informó este periódico el domingo, la necesidad de acometer reformas importantes en los tanques de la gasolinera es lo que motivó que los propietarios acudieran al Consistorio y le planteasen la opción de eliminar la estación de servicio. El Ayuntamiento vio con buenos ojos esta opción y tramita, en estos momentos, los cambios urbanísticos necesarios previos a la operación.

Los cambios en esta parcela implicarán, además, la construcción de una rotonda en la zona en la que confluyen el paseo de Martutene y la calle Tranbia. Ramos enmarcó el proyecto en la transformación general de todo el barrio de Martutene, que continuará con la segunda fase de las obras de encauzamiento del Urumea a partir de septiembre. También hay previstas algunas modificaciones en la zona del Trinkete, que incluyen pequeñas operaciones de vivienda.

Más a largo plazo, está pendiente la transformación de todo el ámbito de la cárcel, que afecta a algunas empresas ubicadas en la zona a las que el Ayuntamiento está intentando ayudar a buscar un nuevo emplazamiento. Una de ellas es Elektra, que se trasladará a una parcela de Añorga, antiguamente ocupada por la fábrica de transformadores Oasa Savoisienne, en la zona de Rekalde.