donostia - Las obras de estabilización de la ladera de Garbera, bajo la que discurre el bidegorri, han quedado ya rematadas, según anunció ayer el delegado de Vías Públicas, Miguel Angel Díez.

Esta intervención comenzó a mediados del mes de septiembre y aunque, inicialmente, la duración prevista era de dos semanas se ha alargado en el tiempo.

Con la incorporación de una escollera de hormigón se pretende evitar que se repitan episodios como el ocurrido en diciembre de 2014, cuando un desprendimiento de tierras -causado por la lluvia - alcanzó el bidegorri, aunque sin causar daños personales.

En palabras de Díez, el origen del derrumbe fue “la acumulación de agua en la parte superior del terreno”, que provocó “arrastres de tierra”.

La obra, con un coste de 30.596 euros, ha supuesto la incorporación de una escollera de 18 metros de longitud, cinco de altura y dos de anchura. Para ello se han utilizado piedras de más de 500 kilos de peso cuya sujeción se ve reforzada por la malla “de triple torsión” que se ha colocado tanto en la parte inferior como en la superior de la estructura.

De este modo, añadió el edil de Vías Públicas, además de sujetar el terreno se pretende protegerlo de la erosión generada por el desprendimiento.

Díez aprovechó la ocasión para recordar que el anterior Gobierno municipal “se limitó a cubrir la zona con plásticos y ello a pesar de que ya se había producido un anterior corrimiento en una zona cercana”.

Y es que este es un punto negro en lo que a desprendimientos se refiere ya que anteriormente el bidegorri tuvo que cortarse al tráfico por un periodo dilatado de tiempo por este motivo.- A.L.