DONOSTIA - Antonio López es el director de obra, la persona que conoce al detalle cómo avanzará y las afecciones que generará la construcción de la pasante del Topo que, asegura, se tratarán de minimizar todo lo posible.
¿Cómo se iniciará la obra?
-Comenzaremos atacando por dos puntos y protegiendo los accesos o emboquilles. Luego seguiremos avanzando utilizando una rozadora que va sacando un material que no son grandes trozos de roca, sino una especie de gravilla de dos o tres centímetros que llevan a la superficie los camiones.
¿Qué ventajas ofrece la técnica que se utiliza?
-Permite garantizar menos vibraciones que otras. La voladura no es posible y los métodos tradicionales, como el martillo pica-pica, también se han descartado. La calidad de la maquinara ha ido mejorando, pero no inventamos nada ya que se ha utilizado, por ejemplo, en Intxaurrondo y en Altza.
¿Qué maquinaria se utiliza?
-Por las bocas de ataque entran una rozadora, un jumbo -que es un aparato que sirve para el sostenimiento de la excavación- y un robot que proyecta hormigón con un acelerante para afianzar el túnel y poder trabajar seguros. Esos vehículos se quedarán dentro hasta fin de obra. Luego están los camiones de desescombro, que sacarán 200 metros cúbicos de material al día. Si cada camión sube 8 al día, nos hacen falta 25 camiones de escombro por jornada, aunque en realidad son 25 de entrada y 25 de salida.
¿A qué profundidad se trabaja?
-Las obras en este primer tramo se desarrollan a una profundidad de entre 30 y 80 metros, dependiendo de la capa de roca. A la altura del palacio Miramar es cuando mayor profundidad se toma.
¿Cuáles serán las principales afecciones para los vecinos?
-La primera, la ocupación de terreno. Necesitamos ocupar espacio para las instalaciones auxiliares. Respecto al ruido, en las rampas y en la superficie no se trabajará de noche, solo se avanzará en el túnel las 24 horas del día, a tres turnos. Con la profundidad a la que vamos y trabajando en roca, con limos y arena que funcionan como amortiguador en los tramos más complicados, no deberían de notarse vibraciones, aunque algo puede que haya.
¿Cuántas viviendas se prevé inspeccionar?
-En la primera fase tenemos identificadas 2.100 viviendas, una cifra que podría aumentar si recibimos solicitudes de revisión no contempladas. Quiero dejar claro que debemos de ver justificación en la solicitud. No iremos, por ejemplo, a revisar una vivienda en Gros, donde la afección de la obra es nula. En el segundo tramo el censo, de momento, es de 3.400 viviendas.
Donde la afección es más directa se revisarán el 100% de las viviendas y el porcentaje irá bajando en función de la distancia a la que se sitúan respecto al punto de obra. En estos casos, ¿cómo se hace la selección?
-Hay estudios que indican que las plantas que pueden tener mayor afección son la baja y la más alta. En los bloques donde no se inspeccionen el 100% de las viviendas comenzaríamos por esas y después se haría una selección aleatoria.
¿Con qué obras podríamos comparar las del Topo?
-Por poner un ejemplo, podríamos compararlas con las de la línea 3 del Metro de Bilbao, que tiene menos longitud que la donostiarra en su globalidad pero más estaciones, siete en total. A nivel técnico es muy similar, cambia el acabado en las estaciones, que allí es de hormigón y aquí será de acero esmaltado, como en Intxaurrondo.
¿Excavar debajo de La Concha no va a resultar difícil?
-No especialmente. Hay minas en Gallarta que sacan túneles al mar a 175 metros de profundidad. No nos comemos la arena de La Concha. No nos da miedo esta obra, si nos diera miedo no la haríamos. El Metro de Bilbao pasa tres veces debajo de la ría y en el Casco Viejo incluso se tuvo que consolidar el terreno para meter la rozadora. Aquí se trabaja en roca. Lo importante es hacer un túnel con seguridad en un terreno competente.
¿Por qué se ha elegido este trazado?
-Podíamos haber hecho una obra más sencilla y más barata yendo por otros sitios. Pero sabemos que al final sale más caro hacerlo de ese modo porque los tratamientos posteriores son más complicados y tienen mayor coste. Es mejor ir avanzando en roca, aunque se vaya bajo La Concha.