con el trapo en la mano. Las buenas temperaturas y ausencia de lluvia de estos días pasados han permitido llevar a cabo la necesaria limpieza de los cristales del Kursaal, que han ido acumulando suciedad en los últimos tiempos. Expertos en escalada han llamado la atención de numerosos viandantes por hallarse colgados del edificio de Moneo para, trapo en mano, devolver la limpieza perdida a los cristales. Foto: Gorka Estrada
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