donostia - Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Donostia expusieron ayer sus opiniones sobre la nueva ordenanza de pisos turísticos, que presentó el Gobierno municipal el jueves. La norma, fuera de la Parte Vieja, permite la existencia de un máximo de 250 o 350 metros cuadrados de pisos turísticos en una misma comunidad y no solo los autoriza en las primeras plantas sino, con una serie de limitaciones, en otras.

El grupo municipal de EH Bildu manifestó que la nueva norma “no sirve para resolver el grave problema que tiene Donostia” con las viviendas de uso turístico y aseguró que “a medio plazo, cuando la norma entre en vigor, se va a extender el problema que ya existe en la Parte Vieja a toda la ciudad”. A juicio de esta formación, el hecho de que deje de estar prohibido que estos alojamiento estén en plantas diferentes a la primera en la mayoría de la ciudad “va a provocar problemas de convivencia en las comunidades”. Asimismo, consideró que “a largo plazo, va a seguir aumentado el precio de la vivienda” porque “por lógica se gana más con el turismo”.

A pesar de sus críticas, EH Bildu también destacó un aspecto positivo. “Que haya un listado de pisos turísticos autorizados para que cada comunidad pueda verlo y que haya más inspectores es bueno”, señaló la formación.

Por su parte, el grupo municipal de Irabazi opinó que la nueva norma “empeorará la situación”. Para esta formación, la calificación de la Parte Vieja y el Puerto como zonas saturadas (zona A) “es una buena noticia”, pero el Gobierno municipal de PNV y PSE “ha perdido una buena oportunidad” para delimitar más el resto de zonas, “teniendo en cuenta que la zona calificada como B (Centro, Miraconcha, parte del Antiguo, Ensanche y Gros), cuentan ya con zonas que podrían calificarse como saturadas”.

El PP, por su parte, mostró su idea favorable a “que se llegue a un acuerdo y consenso con todos los agentes implicados”. Asimismo, anunciaron que serán “los primeros en implicarnos para encontrar la mejor regulación posible de este fenómeno de los apartamentos turísticos, donde puedan convivir sin fisuras, con Donostia y los donostiarras”.