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Un informe concluye que el Bellas Artes está dañado, pero menos que su cúpula

La Diputación quiere evitar un juicio “que se alargaría durante décadas”

Un informe concluye que el Bellas Artes está dañado, pero menos que su cúpulaFoto: Ruben Plaza

donostia - Un informe técnico concluye que el edificio del Bellas Artes sufre menos daños que su cúpula, que tuvo que ser derribada, pero necesita detener las filtraciones que agravan el deterioro de su estructura de hormigón y reparar cuanto antes la impermeabilización de su cubierta.

Según Diputación, el informe encargado a la ingeniería Idom “descarta” que el edificio del antiguo cine “sufra el mismo grado de deterioro que la cúpula”, que obligó a su “retirada inmediata”. A la vista de esta conclusión, la directora foral de Cultura, María José Tellería, aboga por que se logre “un consenso interinstitucional y con la Sade -la empresa propietaria- que defina los usos futuros del edificio, y evitar así una judicialización que se alargaría durante décadas”, antes de actuar en el edificio.

El informe encargado a finales de agosto a la ingeniería Idom, sobre el estado de conservación y las actuaciones necesarias en el inmueble, recogió en un primer documento, del 2 de octubre, un análisis técnico sobre la cúpula que sirvió de base para decidir su retirada. Las conclusiones de aquella primera fase de trabajo concluyeron que “la degradación de la estructura” de la cúpula era “tan avanzado” que “hacía prever un colapso” e “imposibilitaba la reparación”, de manera que “no podía cumplir con los mínimos requisitos de seguridad”.

El estudio de ingeniería concluye ahora que en el resto del inmueble no se han detectado “ataques químicos”, sino que “han sido la presencia de humedad y las filtraciones de agua las que han provocado la corrosión de la armadura, produciendo en los hormigones más porosos los daños más importantes”.

El documento agrega que el edificio Bellas Artes está “claramente afectado por infiltraciones de aguas” pluviales, debido a “la degradación de la impermeabilización y los fallos del sistema de drenaje de la cubierta”. “Es vital para el futuro del edificio -subraya el informe- evitar esas filtraciones, que no hacen sino agravar el deterioro del hormigón, y reparar la impermeabilización de la cubierta a la mayor brevedad posible”.

La ingeniería recomienda “una reparación del hormigón en las zonas afectadas” y destaca que su “mayor enemigo es la falta de uso”. Considera que una vez definida su utilización y hecho “un diseño básico de las actuaciones para la rehabilitación”, es preciso acometer “un proyecto para adecuar la estructura actual a las nuevas necesidades”. “Lo óptimo sería acometer las reparaciones del hormigón una vez que se haya elaborado el proyecto de rehabilitación, pero si estas reparaciones se demoraran sería necesario realizar la reparación para preservar una estructura declarada protegida”, dice el trabajo. - Efe