Donostia. Las multas impuestas a dueños de perros por no recoger los excrementos de sus mascotas se redujeron a seis el pasado año, según una nota hecha pública ayer por el Gobierno municipal. Estas infracciones son parte del total de actuaciones emprendidas por la Guardia Municipal contra los dueños de los perros que no cumplen con la norma del Consistorio.

La infracción más sancionada a lo largo del pasado año fue llevar el perro suelto por lugares no permitidos, con un total de 56 casos, catorce de ellos correspondientes a razas peligrosas. Además, 30 dueños de animales considerados de riesgo fueron sancionados por no colocarles el bozal y otros quince, por no contar con la licencia correspondiente.

En cuanto a los perros no peligrosos, cuatro dueños fueron sancionados por no haberles colocado el microchip obligatorio y cinco, por abandono.

hasta 6.000 euros Las multas dependen del tipo de infracción y de la clase de perro y oscilan entre los 150 y los 6.000 euros. Las infracciones cometidas por perros considerados de razas peligrosas son más elevadas que las que afectan los demás animales.

Según la nota hecha pública por el Gobierno local, los agentes municipales redactaron el pasado año 122 actas de intervención en relación con los animales domésticos. "Las denuncias fueron formuladas mayoritariamente a los casos reincidentes", añade el escrito, que recalca que "el objetivo es concienciar a los dueños de estos animales para un correcto comportamiento".

Aunque la mayor parte de las multas están relacionadas con llevar a los perros sin atar, desde el año 2012 se permite que los animales corran sueltos por determinados lugares en horarios concretos, tal y como reclamaron los dueños de los perros, que presentaron 4.000 firmas. Por ejemplo, entre las 18.00 y las 12.00 horas del día siguiente, los animales pueden circular libremente por el parque de Miramon, Lau Haizeta, Otxoki, Ametzagaina y Ulia. Entre las 18.00 y las 12.00 horas en invierno y entre 19.00 y 10.00 horas, en verano, pueden hacerlo en Urgull. Asimismo, entre las 20.00 horas y las 10.00 del día siguiente, pueden transitar por numerosas zonas abiertas de cada barrio.

Hace cinco años, en Donostia se registraban más de 16.000 perros, lo que supone uno por cada once ciudadanos. También había censados cerca de 200 gatos y una veintena de hurones, que se habían puesto de moda en aquella época.

Según el registro oficial, los perros más abundantes eran los denominados mestizos, que son un cruce de razas no peligrosas, que sobrepasaban los 3.400; es decir, un 20% de total.

Tras estos, se hallaban los pequeños yorkshire terrier, que ocupaban el segundo puesto en el ranking, con más de 1.300 ejemplares censados, un 7,8% del total. El pastor vasco, con más de 1.200 individuos, ocupaba el tercer puesto en presencia en la capital guipuzcoana y el pastor alemán, con algo más de 1.100, el cuarto lugar.

El registro del Gobierno Vasco contabilizaba 170 razas diferentes. Algunas de las más frecuentes en Donostia eran el cocker spaniel inglés, el setter inglés, el épagneul bretón caniche, el bichón maltés, el boxer y el pekinés, entre otras.