Donostia. El Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Tabakalera incluirá usos terciarios comerciales, que sean compatibles con el espíritu del edificio, según aprobaron ayer todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Donostia, que dieron su voto favorable a los cambios solicitados por la dirección de Tabakalera hace un año. Entonces, la dirección del futuro centro cultural pidió al Ayuntamiento que tramitase modificaciones urbanísticas con el fin de favorecer la gestión económica del complejo, que supondrá unos seis millones de gasto al año.

A pesar de que todas las formaciones políticas votaron a favor de reservar un espacio máximo de 15.500 metros cuadrados, tanto en la superficie como de modo subterráneo, para estos usos terciarios comerciales, el concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran (Bildu), se molestó cuando el portavoz socialista, Ernesto Gasco, explicó que este tamaño corresponde a "un tercio de Garbera o medio Illunbe".

Burutaran, algo molesto, quiso aclarar que "no es cierto que vaya a instalar un centro comercial ni nada de alimentación". El responsable de Urbanismo insistió en que los planes para este edificio incluyen una residencia de creadores o artistas, es decir, una especie de hotel, y que los supermercados y similares están excluidos del proyecto. El portavoz socialista, por su parte, le contestó que aunque la actual Corporación tenga esa intención, nadie puede saber qué sucederá en el futuro ya que la calificación aprobada sí autoriza la implantación de comercios.

El rifirrafe no llegó a mayores, ya que todas las formaciones se mostraron de acuerdo en permitir los cambios que faciliten el desarrollo de este centro cultural. El portavoz nacionalista, Eneko Goia, destacó que los ajustes son importantes para "afrontar la inversión" y mejorar otras cuestiones técnicas, como la localización del muelle de carga. Asimismo, pidió al Gobierno de Bildu que no se olvide de proyectar una modernización del entorno de los edificios de Mundaiz, que se encuentran entre Tabakalera y el colegio del Sagrado Corazón, en un entorno degradado.

La misma petición salió de boca de los demás partidos de la oposición. El portavoz del PP, Ramón Gómez, acusó al Gobierno de Izagirre de no haber dado "ni un paso para la modernización de esta zona en dos años y medio". También se quejó de esta falta de actuación el socialista Gasco, quien criticó que Bildu "no diga nada del TAV, cuando lo más importante para Tabakalera es cómo se articula con la estación del TAV en Atotxa".

autocaravanas Los cuatro grupos políticos del Ayuntamiento dieron también su aprobación definitiva por unanimidad a los planes para crear la segunda fase de Lardialde, en el corazón de Altza, un espacio que lleva varios años de retraso y en el que nacerá una nueva plaza con 96 viviendas libres, 36 tasadas y 37 de protección oficial, además de una amplia dotación de aparcamientos subterráneos. En este espacio se incluirá un estacionamiento para guardar autocaravanas, un servicio del que la ciudad carece en la actualidad. La nueva zona residencial, además, contará con un equipamiento deportivo en una planta baja y espacio para una haurreskola y la sede de la Guardia Municipal para la zona este de Donostia.

Otros puntos de carácter urbanístico que concitaron la unión de todas las formaciones municipales hicieron referencia a la ampliación de la Escuela de Enfermería, con el fin de atender a las peticiones de la UPV, los cambios previstos para ampliar el Colegio Alemán y el Plan Especial de la parcela del colegio Marianistas Este último proyecto incluye la cesión al Ayuntamiento de una parcela para la construcción de un polideportivo público al final de la calle Amara, junto al parque Basoerdi. A cambio, el Consistorio autoriza al centro escolar la construcción de tres bloque con un total de 63 viviendas, todas ellas de precio libre. Con los rendimientos de esta operación, el colegio prevé renovar íntegramente sus instalaciones, según explicó Burutaran.

Respecto a esta recalificación, Gasco se mostró satisfecho por el avance y reprochó a Bildu que "los grupos de la oposición hayamos tenido que empujar de este proyecto". "Ojalá hubiese sido iniciativa del Gobierno", finalizó.